Los empleados de Pesa 'ordenan' a su presidente que negocie

Los tres principales directivos de Pesa Electr¨®nica entraron ayer a sus despachos a trabajar de ma?ana y a primera hora de la madrugada a¨²n no hab¨ªan vuelto a sus casas. A la hora del bocadillo (las 10.45) el comit¨¦ de empresa comprob¨® en el banco que la direcci¨®n no hab¨ªa cumplido su promesa de pagar parte de los 500 millones que adeuda a la plantilla (330 empleados). Los sindicalistas -miembros de UGT y CC OO- entraron en el despacho del vicepresidente, John Servizio, y expresaron su firme voluntad de no salir de all¨ª hasta recibir garant¨ªas. Mientras, cientos de trabajadores les respaldaban en la calle que separa los dos edificios de la empresa, sita en Albal¨¢, 12 (San Blas) Una llamada de socorro de la direcci¨®n origino un gran despliegue de medios policiales: un helic¨®ptero y 25 furgonetas. Esta protecci¨®n permiti¨® al presidente de Pesa, Antonio D¨ªaz Borja, y al director financiero, Ernesto P¨¦rez Garc¨ªa, salir de uno de los edificios y pasar al otro para su marse al encierro forzado por el comit¨¦. La plantilla aseguraba anoche que los directivos no estaban retenidos "porque cuando quieran irse, avisan a la Polic¨ªa que espera en la puerta". El espectacular despliegue policial hizo decir a alguno: "Esto parece una calle de Hait¨ª".

Pesa Electr¨®nica era una de las filiales del grupo Amper, que la vendi¨® el pasado abril a un grupo de inversores estadounidense. Actualmente, fabrica equipos de v¨ªdeo y sonido, y aparatos para transmisi¨®n de se?ales de televisi¨®n.

Seg¨²n los trabajadores, el vicepresidente, John Servizio, aleg¨® ayer que no pod¨ªan pagarles porque la semana que viene Pesa Electr¨®nica va a suspender pagos. Los empleados temen un cierre inminente.