El PSOE busca con la renovaci¨®n un ant¨ªdoto electoral contra el PP

Dios o la feligres¨ªa; la opini¨®n determinante de un l¨ªder (Felipe Gonz¨¢lez) o la opini¨®n trascendente de las bases que lo sustentan El dilema sobre c¨®mo elegir a los candidatos socialistas a las pr¨®ximas elecciones, ha forzado una pac¨ªfica discusi¨®n en un partido que perdi¨® la hegemon¨ªa en Madrid hace ocho a?os. Las dos familias de la Federaci¨®n Socialista Madrile?a (20.000 militantes) -renovadores-leguinistas y guerristas-acostistas- dudan si pedir a Felipe Gonz¨¢lez que elija el candidato capaz de romper la actual mayor¨ªa del PP en la capital o dejar esta decisi¨®n a los 20.000 militantes de la federaci¨®n.El presidente de la Comunidad, Joaqu¨ªn Leguina, prefiere la primera opci¨®n. Piensa que la victoria en la capital servir¨ªa de reconstituyente al PSOE, castigado en toda Espa?a. El presidente de la Federaci¨®n Socialista Madrile?a (FSM), Jos¨¦ Acosta, sin embargo, apuesta por "la raz¨®n colectiva para evitar arbitrismos".

Hasta enero no se decidir¨¢ el ant¨ªdoto electoral del PSOE para evitar una nueva victoria del PP. Todos de momento confian en la renovaci¨®n para conseguir resultados. El 15 de diciembre, los militantes han sido convocados a una conferencia que aprobar¨¢ el borrador del programa electoral.

'-Tiene el PSOE posibilidades de recuperar la alcald¨ªa y mantener la: Comunidad? ?Qu¨¦ candidatos necesita? De momento, los so9alistas s¨®lo contestan que habr¨¢ que aplicar una mezcla de renovaci¨®n y continuidad. Es decir, nada. Leguinistas y acostistas se ponen de acuerdo en una cosa: la lista municipal habr¨¢ que armarla con "cinco o seis doberman que, en caso de perder, est¨¦n dispuestos a machacar desde la oposici¨®n al PP durante cuatro a?os".

Colaboradores de Leguina se atreven a trazar el perfil del mejor candidato a alcalde: persona de gran talla nacional, limpio -sin esc¨¢ndalos de corrupci¨®n-, cuya influencia abarque desde la izquierda hasta el electorado -de centro y "clases medias ilustradas", y que ofrezca algunos de los valores que se le reconocieron a Enrique Tierno. Da igual que sea independiente.

Renovadores y guerristas comentan que las posibilidades de que Juan Barranco repita como aspirante a regidor son escasas. Leguina, para no nombrarle, dice que es d¨ªf¨ªcil ser jefe de la oposici¨®n cuando uno ha sido al calde. Los acostistas, sin embargo, est¨¢n hipotecados por la buena relaci¨®n personal de su jefe con el ex alcalde.

El rector de la Universidad Carlos III, Gregorio Peces-Barba, ex presidente del Congreso de los Diputados y redactor de la Constituci¨®n, es el nombre, que Leguina propondr¨¢ a Felipe Gonz¨¢lez cuando le vea. Pero Peces-Barba ha rechazado ya esta oferta.

Los renovadores trabajaron durante meses para reactivar, con su consentimiento, la figura de Jos¨¦ Barrionuevo. Pero las posibilidades del ex ministro del Interior naufragaron en la tormenta del esc¨¢ndalo de Luis Rold¨¢n, al que nombr¨® director de la Guardia Civil.

El voto femenino

Tambi¨¦n apuestan por atrapar el voto femenino con un reclamo como Francisca Sauquillo, ahora eurodiputada en Bruselas, que ha labrado gran parte de su buena imagen p¨²blica con el apoyo a las organizaciones no gubernamentales. Valores similares se le suponen a Jos¨¦ Mar¨ªa Mendiluce, tambi¨¦n eurodiputado socialista, que desarroll¨® una destacada labor humanitaria en Bosnia.

Los que reclaman la intervenci¨®n de Felipe Gonz¨¢lez piensan incluso que el presidente del Gobierno podr¨ªa extraer de su famosa chistera a uno de sus ministros. Las preferencias de los leguinistas apuntan hacia Javier Solana, titular de la cartera de Exteriores.

Acosta esconde su opini¨®n sobre si ser¨ªa bueno o malo para el PSOE repetir el d¨²o Barranco-Leguina en la cita electoral de mayo de 1995. Leguina no quiere repetir, pero sus colaboradores esperan que recapacite.. En caso contrario, algunos renovadores y algunos acostistas colocar¨ªan al propio Jaime Lissavetzky en el primer puesto de salida como bandera socialista de la Comunidad.

Lissavetzky, propulsado como delf¨ªn por al que Leguina aup¨® hasta la direcci¨®n de la FSM, se ha ganado con su talante pacificador en apenas cinco meses la confianza de los guerristas madrile?os, y en especial la del secretario de organizaci¨®n de la FSM, Francisco Cabaco. Les apodan "Pili y Mili". Esa amistad ha originado recelos entre algunos asistentes a las reuniones renovadoras del Canal.