"La reconciliaci¨®n es la ¨²nica pol¨ªtica posible para mi pa¨ªs"
Antonio Lacayo, de 46 a?os, ministro de la Presidencia de Nicaragua, procede del mundo de la gerencia empresarial. Educado con escolapios y jesuitas, en el Instituto Tecnol¨®gico de Massachussets despu¨¦s, aplaz¨® su vocaci¨®n de gerente porque consider¨® imposible la vida empresarial sin hacer previamente viable la actividad pol¨ªtica en Nicaragua. Lacayo ser¨¢ presumiblemente candidato presidencial en 1996, si consigue formar una alianza centrista. Hoy es el hombrefuerte de Managua. Su fortaleza no procede de radicalidad alguna, sino m¨¢s bien de su reiterada apuesta por una pol¨ªtica de conciliaci¨®n entre sandinistas y somocistas que le ha granjeado acusaciones de ambig¨¹edad.Pregunta. ?C¨®mo combate estas acusaciones?
Respuesta: Demostrando que la pol¨ªtica de reconciliaci¨®n es la ¨²nica posible en un pa¨ªs dividido por diez a?os de guerra y siglo y medio de historia de enfrentamientos. Hay que romper con ese ciclo de conflicto. La ambig¨¹edad de la que me acusan es para m¨ª el inter¨¦s nacional de Nicaragua.
P. ?Usted donde se sit¨²a?
R. En el centro. La derecha somocista y la izquierda sandinista en mi pa¨ªs no han aprendido a tolerarse. Toleran al centro, porque no pone en peligro su existencia. Por ello, s¨®lo desde nuestra posici¨®n Nicaragua podr¨¢ entrar en -paz en el siglo XXI. As¨ª, hemos de seguir garantizando la existencia del centro pol¨ªtico, hoy desde el Gobierno y ma?ana, desde una futura alianza.
R. ?Formar¨¢ parte de ella?
R. S¨ª. Creo que dedicarse a las tareas de Gobierno y dejar esta otra misi¨®n estrat¨¦gica en manos de las fuerzas tradicionales ser¨ªa un gran error, que no garantizar¨ªa la estabilidad.
P. ?Le gustar¨ªa ser presidente de Nicaragua en 19969
R. Solamente si es para impulsar un proyecto nacional de paz, democracia y progreso.
P. ?Qui¨¦n ser¨¢ y cu¨¢ndo tomar¨¢ posesi¨®n el nuevo jefe del Ej¨¦rcito que sustituir¨¢ al sandinista Humberto Ortega?
P. Su identidad depender¨¢ de las propuestas que formule el Ej¨¦rcito a la presidenta y, posteriormente, de la elecci¨®n que ella haga. Por primera vez en nuestro siglo, ser¨¢ nombrado por mandato constitucional, en diciembre y tomar¨¢ posesi¨®n 60 d¨ªas despu¨¦s.
P. ?Han conseguido la anunciada desmilitarizaci¨®n?
R. En 1990 ten¨ªamos unos 84.000 soldados y el ej¨¦rcito m¨¢s numeroso de Centroam¨¦rica. Hoy contamos con 14.000 y es el m¨¢s peque?o del ¨¢rea.
P. Sin embargo, recurrentemente tienen problemas con los desmovilizados.
R. Acaba de promulgarse una ley que, por primera vez en la historia de mi pa¨ªs, subordina el poder militar al poder civil. Hemos dado pasos de gigante en este sentido. Hay que tener en cuenta que hasta 1990 no exist¨ªa en Nicaragua experiencia de trabajo en equipo entre militares y civiles,
P. ?C¨®mo percibe Washington la pol¨ªtica de Managua?
R. La Administraci¨®n de Clinton ha sido la primera en considerar que los problemas de mi pa¨ªs han de ser resueltos por los nicarag¨¹enses, en Nicaragua. Nosotros podemos resolverlos si se nos respeta. El sector m¨¢s extremo del Partido Republicano lamenta que nuestro proceso pol¨ªtico no se haya saldado con un triunfo militar de la contra sobre el sandinismo. Sin embargo, nuestro proyecto ha consistido en crear un sistema democr¨¢tico que no destruyera nada; todo confirma que estamos en la v¨ªa correcta.
P. ?Qu¨¦ va a pasar en Cuba?
R. Creemos que Cuba se acerca a un punto de inflexi¨®n y querr¨ªamos que ello redundara en beneficio del pueblo de Cuba. Nicaragua podr¨ªa ser contemplada por los cubanos como una referencia de soluci¨®n c¨ªvica y electoral.
P. ?Aceptar¨ªa Nicaragua acoger a Fidel Castro?
R. No. La soluci¨®n nicarag¨¹ense no implic¨® exiliar a un ej¨¦rcito para acoger a otro.
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