Vietnam de la droga
Colombia vive la psicosis de una intervencion militar norteamericana para frenar el narcotr¨¢fico
"Aqu¨ª va a pasar algo. La gente cree que esto se puso caliente, se siente el miedo. Hay interesados en convertir esto en un Vietnam de la droga". As¨ª habla Gustavo ?lvarez Gardeaz¨¢bal, alcalde de Tulu¨¢, poblaci¨®n pr¨®xima a Cafi, en el departamento del Va lle del Cauca, occidente de Colombia, cuya prosperidad muchos atribuyen a la influencia de la mafia en los negocios y la vida cotidiana. ?l no descarta que su regi¨®n figure en el mapa de las posibles intervenciones militares estadounidenses en Latinoam¨¦rica; en los ¨²ltimos d¨ªas han ocurrido algunos hechos que a su juicio configuran "el pre¨¢mbulo de lo que podr¨ªa ser un gran ope rativo (entre estadounidenses)". El pasado jueves, Joe Toft, durante siete a?os y hasta hace ocho d¨ªas director de la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA) en Colombia, asever¨® que en este pa¨ªs opera una narcodemocracia; que ¨¦l est¨¢ seguro de que la campa?a del presidente Ernesto Samper fue financiada por el narcotr¨¢fico; que el cartel de Cal? ejerce "un control incre¨ªble" sobre los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, y que la organizaci¨®n mafiosa a "lo ¨²nico que teme es a la DEA, porque ellos piensan que mientras nosotros estemos aqu¨ª no est¨¢n a salvo y, es la verdad". Ese mismo d¨ªa, el Ej¨¦rcito colombiano captur¨® un submarino cerca del puerto de Barranquilla capaz de transportar tres toneladas de droga.?lvarez Gardeaz¨¢bal hace un recuento de coincidencias de la ¨²ltima semana: la revista Newsweek y la cadena de televisi¨®n CNN dedicaron amplios informes al cartel de Cal? y su influencia, mientras que la intervenci¨®n de Samper en la sede de las Naciones Unidas, en Nueva York no mereci¨® ni un p¨¢rrafo de la prensa estadounidense. Por ¨²ltimo, dice el alcalde, "el espect¨¢culo" de un ataque de la guerrilla a una flotilla de helic¨®pteros, que el pen¨²ltimo fin de semana de septiembre sobrevol¨® la selva del Caquet¨¢ para inspeccionar la incautaci¨®n de un laboratorio de coca¨ªna. El embajador Myles Frechette, el subsecretario de Defensa de Estados Unidos y la c¨²pula de las Fuerzas Armadas colombianas. iban a bordo.
A los se?alamientos sobre el control que los narcotraficantes ejercen en Tulu¨¢ ?lvarez Gardiaz¨¢bal responde: "Los dineros de la droga juegan un papel como en todo el pa¨ªs, porque ellos pagan impuestos como todos los que tienen terreno", pero el peso del dinero ilegal no es m¨¢s determinante que el de los capitales tradicionales con presencia en su regi¨®n.
El alcalde, que es tambi¨¦n escritor, tiene una explicaci¨®n para los altos ¨ªndices de cobertura de servicios p¨²blicos b¨¢sicos que llegan al 99,9% de los 120.000 tulue?os, un tel¨¦fono por cada cinco habitantes, dos universidades, un hospital y una cl¨ªnica privada con alta tecnolog¨ªa, y tres parques de recreaci¨®n masiva. "Yo demostr¨¦ que se puede gobernar sin robar" es lo que dice para presentar esos logros.
Algunos lugare?os de Tulu¨¢ piensan que el alcalde tiene raz¨®n cuando dice que el miedo est¨¢ latente, y creen que por las c¨¢lidas calles del pueblo se pasea el espectro de una operaci¨®n militar norteamericana. Pero a?aden que otros fantasmas de violencia recorren el lugar: los traquetos (pistoleros) del narcotr¨¢fico, los guerrilleros y tambi¨¦n los paramilitares y hasta los simples espont¨¢neos de la muerte, aunque Tulu¨¢ registre un bajo ¨ªndice de homicidios con respecto al promedio nacional: 30 asesinatos al mes, uno por d¨ªa.
"El ¨²nico responsable de esta tragedia colombiana es la permisividad y complicidad de las autoridades de Estados Unidos y de la propia sociedad civil para impedir el sucio negocio de las drogas", manifiesta Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez. Y agrega: "Es elemental: en Estados Unidos se abastecen a diario entre treinta y cuarenta millones de drogadictos; esto s¨®lo es posible por la existencia de mafias mucho m¨¢s poderosas y criminales que las colombianas. Ha llegado la hora de superar las lamentaciones defensivas y hacerle a Estados Unidos el gran favor que ellos mismos se han negado: una investigaci¨®n seria que le revele a la sociedad norteamericana.y al mundo entero c¨®mo ha sido posible el espantoso autogenocidio y la gran verg¨¹enza nacional de su drogadicci¨®n, de la cual Colombia ha sido la v¨ªctima mayor".
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