La dieta causa tantos casos de c¨¢ncer como el tabaco en los pa¨ªses industrializados
Los h¨¢bitos alimenticios son responsables de un 25% de los tumores
El caso del c¨¢ncer de mama, cuya menor incidencia mundial se da en el industrializado Jap¨®n, es paradigm¨¢tico para explicar que "no existe una relaci¨®n obligada entre el c¨¢ncer y el desarrollo econ¨®mico", como dice Elio R¨ªboli, coordinador del estudio europeo sobre dicta y c¨¢ncer. Sin embargo, hoy existen evidencias epidemiol¨®gicas abrumadoras de que los h¨¢bitos alimenticios est¨¢n detr¨¢s de un 25% o un 30% de todos los tumores, lo mismo que el tabaco. Los cient¨ªficos buscan los nutrientes protectores, tras descubrir que se hallan en dietas ricas en frutas y verduras.
Elio R¨ªboli estuvo ayer en Madrid para presentar la Semana Europea contra el C¨¢ncer, que comienza el pr¨®ximo lunes. El estudio que coordina desde la Agencia Internacional de Investigaci¨®n sobre el C¨¢ncer en Lyon es el m¨¢s ambicioso realizado hasta el momento, ya que pretende analizar la relaci¨®n entre la dieta y los tumores malignos en todos los pa¨ªses europeos. 40.000 espa?oles de Murcia, Navarra, Pa¨ªs Vasco, Andaluc¨ªa y Asturias van a participar en el mismo, cuyos primeros resultados no estar¨¢n listos hasta el a?o 2000.Que el tabaco est¨¢ relacionado con un 25% de los c¨¢nceres ya no se discute en la comunidad cient¨ªfica internacional. Otro 3% o 5% se debe a la exposici¨®n laboral a agentes cancer¨ªgenos qu¨ªmicos. "Pero la industrializaci¨®n no basta para explicar la incidencia del c¨¢ncer. El c¨¢ncer de mama sugiere que hay una relaci¨®n muy clara con la dieta porque en Jap¨®n, que tiene una incidencia muy baja, existen unos h¨¢bitos alimenticios muy concretos: comen mucho pescado, poca carne y tienen unos ¨ªndices de obesidad muy bajos", indica R¨ªboli.
Vitaminas
Explicar el fundamento anticancer¨ªgeno de la dieta es complicado porque hasta ahora s¨®lo existen evidencias epidemiol¨®gicas, no cient¨ªficas, que expliquen cu¨¢les son los nutrientes protectores. Un ejemplo son las vitaminas. Varios estudios experimentales efectuados en laboratorio han demostrado que, efectivamente, algunas vitaminas reducen el riesgo en varios tipos de c¨¢nceres. "Pero esto no es verdad cuando se hace en humanos, como lo han demostrado los estudios realizados en Finlandia y en China", explica R¨ªboli."No se puede recomendar suplementos vitam¨ªnicos o minerales para prevenir el c¨¢ncer. Tenemos elementos cient¨ªficos que indican que los suplementos de vitaminas no reducen el riesgo al menos en los c¨¢nceres de pulm¨®n, est¨®mago, mama y colon", agrega contundente.
Lo que intenta explicar Elio R¨ªboli es que en la dieta rica en frutas y verduras, aceptada ya como altamente protectora frente al c¨¢ncer y enfermedades cardiovasculares, "existen cientos y cientos de sustancias que pueden tener un efecto anticancer¨ªgeno", sin que a¨²n se sepa si act¨²an solas o combinadas entre s¨ª. "No hay evidencia cl¨ªnica ni experimental en humanos sobre la protecci¨®n que ejercen estos factores aislados, pero s¨ª existe un modelo alimentario con un riesgo mucho m¨¢s bajo", afirma.
Este modelo alimentario es el mediterr¨¢neo, cuyos efectos son patentes en los mapas epidemiol¨®gicos. Espa?a e Italia tienen las tasas europeas m¨¢s bajas en c¨¢nceres de colon, recto, pr¨®stata y mama, mientras en tumores de est¨®mago la distribuci¨®n es exactamente la contraria. Todav¨ªa el c¨¢ncer g¨¢strico presenta alta incidencia en la meseta castellana, reminiscencias de una dieta rica en sal y de alimentos conservados en salaz¨®n. El patr¨®n est¨¢ cambiando aqu¨ª positivamente. "No se puede decir que todos los cambios de comida han sido malos", matiza R¨ªboli.
H¨¢bitos adolescentes
Con todo la dieta de los espa?oles est¨¢ despeg¨¢ndose ligeramente de lo que los epidemi¨®logos consideran la m¨¢s saludable. El coordinador del estudio europeo en Espa?a, Carlos Gonz¨¢lez, del Instituto de Investigaciones Epidemiol¨®gicas y Cl¨ªnicas, en Matar¨®, indica c¨®mo, aunque el consumo de frutas y verduras sigue siendo elevado, ha habido en los ¨²ltimos a?os un aumento de los derivados l¨¢cteos, una reducci¨®n de la ingesta de legumbres y de aceite de oliva y una estabilizaci¨®n del consumo de pescado. "Los datos son preocupantes, aunque a¨²n no podemos relacionarlos con el incremento de c¨¢nceres de colon y mama, que experimentan una tendencia creciente en nuestro pa¨ªs", comenta.El estudio europeo en marcha remonta su bater¨ªa de an¨¢lisis a la dieta consumida a?os atr¨¢s, incluso en la adolescencia, porque existen indicios de que ese periodo de la vida es clave en el posterior desarrollo de un tumor maligno. "Muchas investigaciones tratan de descubrir la relaci¨®n con h¨¢bitos de vida en la adolescencia porque sabemos que algo pasa entre los siete y los 20 a?os que determina el riesgo de c¨¢ncer de mama para toda la vida. Uno de estos factores de riesgo es la primera regla antes de los 12 a?os", asegura R¨ªboli.
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