El planeta 'Enemigo'

Contra todo pron¨®stico en nuestro pa¨ªs, por fin ha llegado la confirmaci¨®n para un aut¨¦ntico grupo de rock espa?ol. Abarrotar durante tres d¨ªas consecutivos una sala de gran aforo en Madrid, en los tiempos que corren, parec¨ªa impensable para grupos de sonido no convencional. Pero la tremenda descarga el¨¦ctrica de Josele y compa?¨ªa ha logrado, con el paso del tiempo y la intensidad de su producci¨®n musical, consolidar una buena masa de fieles seguidores, que parece extenderse a cada momento. Y no s¨®lo nacionales.

En el concierto en el que se contra esta cr¨®nica, el tercero, se hallaban presentes varios miembros de bandas de reconocido prestigio internacional, como Gung, Black Crowes y Manu Chao de Mano Negra.

Rock bronco

En la presentaci¨®n de su ¨²ltimo disco, Tras el ¨²ltimo no va nadie, Los Enemigos tejieron un rock bronco, de clara ra¨ªz punk, que conect¨®, desde el primer riff de guitarra, con la enfebrecida parroquia. El resultado fueron casi dos horas y media de concierto, a base de sudor, baile y empujones, en el que lo que peor sal¨ªa parado era la voz de Josele, ciertamente ininteligible. A tal efecto, tal vez fuera bueno que alguien de su entorno le explicase que la garganta hay que mimarla tanto como la guitarra. No basta que el p¨²blico cante todas y cada una de las letras del grupo. El cantante debe tambi¨¦n hacerse entender.Inmensa y compenetrad¨ªsima, la secci¨®n r¨ªtmica de Fino y Chema; brill¨®, como de costumbre, la guitarra incendiaria de Manolo Gafasnegras Ben¨ªtez y Javier Losada cumpli¨® m¨¢s que bien con la ingrata tarea de darle a las teclas en un grupo de guitarristas.

El repertorio fue extenso, tal vez demasiado, y supuso un viaje por la discograf¨ªa del grupo, que alcanza su punto ¨¢lgido e insuperable por el momento, en el tercer disco, La vida mata. T¨ªtulo que da una certera explicaci¨®n de por d¨®nde han ido desde entonces la mayor parte de los textos del grupo. La muerte se ha ido convirtiendo en un tema obsesivo en la pluma de Josele, perdiendo o difumin¨¢ndose los aspectos de desparramada fiesta et¨ªlica de sus primeras grabaciones. Con Yo el rey, Septiembre, La otra orilla, Soy un ser humano o John Wayne, lleg¨® la alternativa a lo que son sus actuales composiciones.

Tras un final de concierto apote¨®sico, Los Enemigos parecen haber despegado ya de este prosaico planeta que nadie es capaz de entender, para ir a instalarse en su propio y alejado mundo. Aqu¨ª abajo, queda la Tierra y la vida com¨²n, pero vida. Buena suerte, buen viaje.