El Ecofin urgir¨¢ a Espa?a a reducir el d¨¦ficit "a un ritmo m¨¢s r¨¢pido" del previsto

Espa?a deber¨¢ cumplir a rajatabla el compromiso de reducir su, d¨¦ficit p¨²blico al 5,9% del PIB en 1995 y deber¨¢ seguir reduci¨¦ndolo en los a?os siguientes "a un ritmo m¨¢s r¨¢pido del que prev¨¦ el programa de convergencia", recientemente modificado, por el Gobierno. Esa es la recomendaci¨®n, algo m¨¢s estricta de lo conocido hasta hoy, que la Comisi¨®n someter¨¢ ma?ana al Consejo de Ministros de Econom¨ªa y Finanzas (Ecofin). Y esa es la condici¨®n b¨¢sica para que Espa?a pueda acceder a la tercera fase de la uni¨®n monetaria, la moneda ¨²nica. Si no entra en vereda, peligran los fondos de cohesi¨®n.

El texto de la recomendaci¨®n de obligado cumplimiento que la Comisi¨®n someter¨¢ ma?ana a la aprobaci¨®n de los ministros de Econom¨ªa de los Doce es algo m¨¢s exigente de lo que se conoc¨ªa hasta hoy (vease EL PA?S del 7 de octubre). En efecto, no s¨®lo exige el estricto cumplimiento del compromiso de reducir el d¨¦ficit p¨²blico al 5,9% el a?o pr¨®ximo, sino que tambi¨¦n urge al Gobierno a reducirlo en los a?os siguientes "a un ritmo m¨¢s r¨¢pido del previsto en el plan de convergencia, particularmente si el crecimiento es superior al previsto". La Comisi¨®n entiende que ese mayor ritmo de reducci¨®n "podr¨ªa contribuir a estabilizar la tasa de deuda".En casi todos los casos, Bruselas entiende que las previsiones nacionales de crecimiento para los pr¨®ximos a?os se quedan cortas y teme que los mayores ingresos derivados de la reactivaci¨®n. econ¨®mica no se empleen en sanear las cuentas p¨²blicas, sino en aumentar los gastos, una tendencia natural de los gobiernos.

Eso significa una cierta desconfianza del ejecutivo comunitario sobre la seriedad del proceso de ajuste, tanto en el caso espa?ol como en el de los otros nueve pa¨ªses (todos, salvo Irlanda y Luxemburgo), sometidos a vigilancia). En el caso de Grecia, aunque no se dice oficialmente, la desconfianza es m¨¢xima. El plan de convergencia espa?ol estima que el d¨¦ficit bajar¨¢ al 5,9% del PIB en 1995, al 4,4% en 1996 y al 3% en 1997, cumpli¨¦ndose as¨ª el requisito que el Tratado de Maastricht impone como condici¨®n para acceder a la moneda ¨²nica. Y que la deuda se situar¨¢ en el 65,9% el a?o pr¨®ximo, el 67,5% en 1996 y el 67,2% en 1997.

El texto de la recomendaci¨®n, que deja un espacio en blanco para que el Ecofin la endurezca o la matice, alaba las medidas ya tomadas para controlar el gasto p¨²blico: la congelaci¨®n de los sueldos de los funcionarios en este ejercicio; la revisi¨®n de las pensiones seg¨²n la inflaci¨®n esperada y la racionalizaci¨®n de los gastos en Sanidad y desempleo.

Pero al mismo tiempo exige al Gobierno -delicadamente, pues el texto, parecido a los otros nueve, debe ser aprobado en el Ecofin por mayor¨ªa cualificada una mayor decisi¨®n en la puesta en pr¨¢ctica de las reformas estructurales. S¨®lo as¨ª, entiende, se lograr¨¢ frenar el consumo p¨²blico, luchar contra el fraude fiscal y mejorar la eficacia de la gesti¨®n presupuestaria. El documento recuerda que todo. ello "depender¨¢" tambi¨¦n de una "eficaz cooperaci¨®n" entre el Gobierno central y las comunidades aut¨®nomas.