M¨¢s sobre Popper
Ante la reciente muerte de Karl Popper se han sucedido diversas declaraciones sobre su obra. Destaca entre ellas, por ir contracorriente, la de Eduardo Haro Tecglen. ?ste lanza un condensado y feroz ataque contra Popper desde las p¨¢ginas de EL PA?S, en su habitual columna de las p¨¢ginas de radio y televisi¨®n. Haro afirma que no le gusta Popper porque equipar¨® en su obra el nazismo y el marxismo, cuando son dos cosas distintas, aunque la pr¨¢ctica y las guerras las hayan igualado aparentemente. Marx no ha sido nunca un delincuente". Es evidente que esta ¨²ltima afirmaci¨®n es cierta: Marx no fue un delincuente y, a?adimos, Hitler s¨ª. Sin embargo, Haro no tiene en cuenta que la obra pol¨ªtica de Popper se dirige contra los fundamentos intelectuales del totalitarismo, de los cuales, la plasmaci¨®n pr¨¢ctica es una consecuencia. Dicho de otro modo, Marx nunca fue un hombre de Estado; Lenin, Stalin y Mao s¨ª lo fueron, Son, pues, ellos quienes deben ser comparados con Hitler. Curiosamente, en La sociedad abierta y sus enemigos se encuentran m¨¢s ataques a Plat¨®n -quien, por cierto, tampoco acometi¨® cr¨ªmenes conocidos- que a Marx.El d¨ªa 26, un lector que en su firma se define como investigador del CSIC apoya la diatriba de Haro con una curiosa carta en que pretende separar en la obra de Popper la filosof¨ªa de la ciencia de la filosof¨ªa pol¨ªtica. La primera habr¨ªa supuesto algo as¨ª como un gran esfuerzo en la b¨²squeda de la verdad, mientras que la segunda reflejar¨ªa la ceguera del liberalismo ante los problemas de la humanidad. Se equivoca el investigador, pues Popper, m¨¢s que un esforzado buscador de la verdad, fue un incansable denunciador del error. Esa lucha contra el error es lo que une de forma arm¨®nica su filosof¨ªa de la ciencia y su filosof¨ªa pol¨ªtica. Popper no critica al "cient¨ªfico Marx", sino que desenmascara el car¨¢cter acient¨ªfico del marxismo. El marxismo se muestra como una utop¨ªa m¨¢s, poco distinta en el fondo de La Rep¨²blica de Plat¨®n. Marx, en realidad, no aspiraba a una sociedad mejor, sino a una sociedad perfecta, y cre¨ªa haber descubierto unas presuntas leyes del desarrollo hist¨®rico que llevar¨ªan indefectiblemente hacia ella. Lamentablemente, lo perfecto es enemigo de lo bueno, por lo que toda mejora no es m¨¢s que un fraude que tiende a perpetuar la imperfecci¨®n existente. La grandeza de Popper es haber mostrado que el materialismo dial¨¦ctico y el materialismo hist¨®rico no, pueden aspirar a la consideraci¨®n de cient¨ªficos. El futuro nos pertenece y no est¨¢ regido por leyes ineluctables. Por eso, la sociedad es abierta.-
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