C¨¢ritas, denunciada por "desv¨ªo" de una subvenci¨®n para le gitanos portugueses

La Asociaci¨®n pro Derechos Humanos de Astorga (Le¨®n) ha interpuesto una denuncia en el juzgado de instrucci¨®n n¨²mero 2 de esta poblaci¨®n contra el delegado diocesano de C¨¢ritas, el sacerdote Anselmo Gonz¨¢lez, y la directora local de la instituci¨®n por la presunta desviaci¨®n de ocho millones de pesetas del Ministerio de Asuntos Sociales, concedidos hace tres a?os para realojar a varias familias de gitanos portugueses dentro del programa Solidaridad. La subvenci¨®n no recay¨® en estos gitanos, que atraviesan hoy una situaci¨®n insostenible, aunque el ministerio aseguro ayer a este peri¨®dico que la inspecci¨®n comprob¨® que el programa se hab¨ªa cumplido.La treintena de gitanos, la mitad ni?os, viven desde hace m¨¢s de un a?o hacinados y proscritos en una vieja casa de Renfe en el extrarradio de Astorga, denominado El Pozo del Olvido, enfermos todos de hepatitis y sin asistencia m¨¦dica. Dos de los peque?os est¨¢n pendiente de una biopsia hep¨¢tica por si procede el tratamiento m¨¦dico con Interferol. M¨¢s de la mitad son minusv¨¢lidos ps¨ªquicas, reconocidos por el Inserso, con pensiones m¨ªnimas.

Las familias lusas viven en Astorga desde hace unos siete a?os, pero en los tres ¨²ltimos han sufrido una serie de vicisitdes y demostraciones de racismo y xenofobia que les ha situado en un punto l¨ªmite. En un principio, habitaban un grupo de chabolas situadas en un terreno privado en el centro de la ciudad, sin agua corriente ni luz el¨¦ctrica, pero con permiso del propietario. El p¨¢rroco del barrio Puerta del Rey, don Gonzalo, era el ¨²nico que ayudaba al colectivo.

La fuerte presi¨®n vecinal deriv¨® en la demolici¨®n de las chabolas por parte del Ayuntamiento que preside Juan Jos¨¦ Alonso Perandones (PSOE) con el fin de que los gitanos portugueses se trasladaran a otra poblaci¨®n. No obstante, todos se encuentran empadronados en Astorga y esta situaci¨®n ha tenido que ser a veces certificada por un notario ante la negativa de algunos funcionarios municipales a reconocerles esta situaci¨®n administrativa.

Intervenci¨®n policial

La silenciosa protesta entonces del colectivo marginal ante la casa consistorial y ante la sede de C¨¢ritas concluy¨® con la intervenci¨®n de la polic¨ªa local con gases lacrim¨®genos, a pesar de la presencia de un gran n¨²mero de ni?os. El sacerdote responsable de C¨¢ritas, Anselmo Gonz¨¢lez dijo ayer a EL PA?S que la subvenci¨®n ministerial s¨®lo alcanz¨® "para pagar el sueldo de un asistente social" y realojar a dos familias necesitadas de la ciudad, una de ellas portuguesa, que no suscitaban el rechazo vecinal en el barrio como el colectivo luso. Este realojo fue pactado con el alcalde para evitar m¨¢s problemas de ¨ªndole racial, despu¨¦s de permanecer ambas casas vac¨ªas m¨¢s de un a?o por diversos altercados vecinales a causa de este motivo.