Un mexicano y una condesa, presuntos testaferros del 'tesoro' de Craxi

La polic¨ªa italiana busca desde hace d¨ªas a Miguel Gabriel Jos¨¦ Vallada, un ciudadano mexicano, a la italiana Francesca Vacca, condesa viuda de Agusta, y al joven Maurizio Raggio, amante de la anterior, como presuntos responsables de haber trasladado a alg¨²n para¨ªso fiscal no determinado los 30.000 millones de liras (m¨¢s de 2.400 millones de pesetas.) que hab¨ªa depositados hace un a?o en Suiza por cuenta de Bettino Craxi. El ex l¨ªder socialista afirma que el dinero era de su partido y niega que ¨¦l tenga ning¨²n tesoro oculto.

Giorgio Tradati, el amigo de infancia de Craxi que afirma haber abierto por indicaci¨®n de ¨¦ste dos cuentas cifradas en las que fue depositado el dinero indicado, ha ratificado, sin embargo, p¨²blicamente su declaraci¨®n ante el fiscal Antonio Di Pietro en la sala de Mil¨¢n donde se celebra ¨¦l proceso sobre la mayor comisi¨®n ilegal detectada en Italia, la que el difunto Ra¨²l Gardini pag¨® tras la disoluci¨®n de la empresa mixta Enimont.

A Tradati, qu¨¦ ignora d¨®nde fue a parar finalmente el dinero, porque, a finales de 1993, le fueron revocados todos los poderes sobre los dep¨®sitos, s¨®lo. le consta que volvieran a Itilia unos 2.000 millones de liras destinados a pagar la n¨®mina del diario socialista Avanti.

S¨ª sabe, en cambio, que la cuenta la llevaba personalmente Craxi, ya que ¨¦l le entreg¨® las acciones al portador de la sociedad financiera titular de los dep¨®sitos. Tambi¨¦n sabe que, con parte del dinero, se compraron 15 kilos de oro. Y en la vista celebrada el pasado mi¨¦rcoles, Tradati a?adi¨® que Bettino Craxi se hab¨ªa comprado un piso en Barcelona y otro en Nueva York. Di Pietro sospecha que Vallada, Vacca y Raggio fueron los encargados de sacar el dinero de Suiza a Panam¨¢ o Bahamas, cuando el Partido Socialista Italiano (PSI) entr¨® en crisis y los jueces empezaron a ocuparse de Craxi. Y cree que podr¨¢ demostrarlo, si logra detener a los fugitivos.

Una viuda de la 'jet set'

Del primero de ellos, "se sabe s¨®lo que es mexicano", seg¨²n ha dicho uno de los investigadores. Su relaci¨®n con el caso se intuye, sin embargo, a partir de la personalidad de la condesa de Agusta, una dama de 50 a?os, viuda de un c¨¦lebre fabricante de helic¨®pteros y muy conocida en la sociedad italiana. Maurizio Raggio, de 35 a?os, es el hijo del propietario de un bar de Portofino frecuentado por los potentes italianos, como el propio Craxi y el actual primer ministro, Silvio Berlusconi.Andr¨¦s Carlos Cerveza, un espa?ol de C¨®rdoba que trabaja como mayordomo de la condesa ha declarado en el juicio de Mil¨¢n que Craxi era un habitual de la villa de Portofino, en la que, afirma, tambi¨¦n sol¨ªa aterrizar. Berlusconi con su helic¨®ptero.

Di Pietro ha comprobado que Raggio controlaba dos sociedades paname?as, Julfer y Farbin, a las que Vallada hizo transferir el dinero depositado en Suiza por cuenta de Craxi.