Luis de Pablo estrena su ¨®pera en clave de comedia negra 'La madre invita a comer'
El dise?ador Alberto Coraz¨®n debuta como escen¨®grafo
Las dos primeras ¨®peras de Luis de Pablo, Kiu (1979-82) y El viajero indiscreto (1985-89), se estrenaron en el teatro de la Zarzuela de Madrid. La tercera, La madre invita a comer, tuvo sus primeras representaciones en el teatro Goldoni de Venecia en junio de 1993, dentro del Festival Internacional de M¨²sica Contempor¨¢nea de la Bienal de Venecia. Fue un ¨¦xito, ratificado conjuntamente por el p¨²blico y la cr¨ªtica. La madre se estrena esta noche en el teatro de la Zarzuela de Madrid y se mantendr¨¢ en cartel hasta el d¨ªa 18, con un equipo esc¨¦nico diferente al de las funciones italianas.
La madre invita a comer es una comedia negra o misterio bufo en cinco escenas para siete voces y una orquesta de c¨¢mara de 21 instrumentistas con una duraci¨®n aproximada de 75 minutos. La direcci¨®n musical de la obra en la versi¨®n espa?ola, que llega de la mano del Festival de Oto?o, corresponde a Jos¨¦ Ram¨®n Encinar, con una selecci¨®n de la Orquesta Sinf¨®nica de Madrid, y el personaje de la madre ser¨¢ encarnado por Beatriz Lanza.Nadie mejor que Encinar, director de los estrenos de Kiu y El viajero, y ahora al frente de La madre, para precisar la evoluci¨®n musical de De Pablo: "Hay en La madre rasgos espec¨ªficos que singularizan este trabajo respecto de los otros dos precedentes oper¨ªsticos del compositor. En primer lugar, la relaci¨®n de continuidad entre foso y escenario en lo que al sonido se refiere, Por otro lado, resulta novedosa en La madre la correspondencia texto-m¨²sica. En K?u la m¨²sica, elaborad¨ªsima en el plano orquestal, sigue fielmente la peripecia esc¨¦nica de principio a fin. En El viajero se da una especie de distanciamiento de la m¨²sica con respecto al libreto. En La madre Luis de Pablo realiza una especie de lectura musical cr¨ªtica del libreto. Por ¨²ltimo, hay en algunos momentos de La madre una muy atractiva estilizaci¨®n de lo vulgar".
Responsable de la estilizaci¨®n pl¨¢stica es Alberto Coraz¨®n, dise?ador y escultor, cuyo trabajo en La madre persigue dos prop¨®sitos fundamentales: "Proponer al espectador participar en una liturgia, y activar la memoria simb¨®lica para provocar resonancias de alg¨²n oscuro mito". Coraz¨®n se?ala asimismo que la percepci¨®n escenogr¨¢fica es enga?osa, pero que "ese juego de enga?os entre lo percibido y lo real es el v¨¦rtigo en el que se sumerge el escen¨®grafo".
Para Gustavo Tambascio, director de escena, "La madre es una comedia negra de fuertes tintes er¨®ticos, incestuosos, culinarios y antropof¨¢gicos". Y a?ade: "La puesta en escena est¨¢ firmemente implantada sobre lo grotesto es su est¨¦tica y su ¨¦tica. Por momentos esa toma de partido la lleva a lo escatol¨®gico o a lo obsceno -escatolog¨ªa; y obscenidad distanciadas por el humor-; en otros, hacia el manierismo alambicado, el pseudobarroco y el pseudorientalismo, para desde all¨ª dar un nuevo viraje hacia lo amablemente teratol¨®gico, lo risue?amente monstruoso. En esos tr¨¢nsitos entre el fe¨ªsmo diluido y lo falsamente ornamental est¨¢ la m¨¦dula: una historia atroz que puede narrarse en clave bufa. Una mujer que esconde, tras la m¨¢scara de un exotismo hecho de lejan¨ªas improbables y una corte de marionetas vivientes, unos designios y un destino siniestros".
El castellano cantado
Tras la experiencia de El viajero indiscreto, La madre invita a comer es la segunda ¨®pera en la que Luis de Pablo utiliza un libreto de Vicente Molina Foix. "Tal vez hagamos un tr¨ªptico", dice el compositor, "algo as¨ª como una saga del ego¨ªsmo human¨® en clave de sarcasmo".Poner en m¨²sica la lengua castellana ha sido y es una de la obsesiones de Luis de Pablo. Trabajos como Comentarios a dos textos de Gerardo Diego (1956-58) o Tarde de poetas (1985) ilustran sobre ese inter¨¦s permanente.
"La vocalidad, tal y como yo la concibo, se apoya en la emisi¨®n y en la lengua. La emisi¨®n es un campo ampl¨ªsimo al que yo personalmente no he hecho sino asomarme, aunque no descarte un uso diversificado de la misma que vaya m¨¢s all¨¢ de lo que es tradicional en Occidente. La lengua, la nuestra, un tanto en barbecho para lo que no sea opulismo o imitaci¨®n, me parece una fuente inagotable de ritmos que es rar¨ªsimo encontrar en otros pa¨ªses", afirm¨®.
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