El PNV y el PP captan la mayor parte del voto cat¨®lico
Un tercio de los vascos cumple con el precepto semanal de ir a misa. Y entre ellos est¨¢ una gran parte de los electores del PNV. Son conocidos como los dominicales, que responden al perfil del cat¨®lico tradicional, seguidores del acto lit¨²rgico, pero de escasa, por no decir que nula, militancia en el terreno de lo social. Los nacionalistas que lidera Xabier Arzalluz tienen un fuerte competidor entre el electorado cat¨®lico: el Partido Popular.
El colectivo de los dominicales, seg¨²n Jos¨¦ Luis Longarte, de 60 a?os, en fase de prejubilaci¨®n de Euskalduna y responsable de la pastoral obrera de la Di¨®cesis de Bilbao, es compartido por el nacionalismo moderado, en el que adem¨¢s del PNV se incluye a EA.Pero tambi¨¦n hay cat¨®licos, y muchos, que tienen otra fe nacionalista, la espa?ola. El PP recoge sus votos. Los otros, los cat¨®licos militantes, comprometidos en movimientos sociales como Gesto por la Paz, est¨¢n encuadrados en el centro-izquierda: lo mismo votan a los socialistas, y m¨¢s ahora que concurren con la extinta Euskadiko Ezkerra, aglutinadora de parte del catolicismo progresista no mayoritario pero s¨ª cualificado, o a IU.
As¨ª, los hijos pol¨ªticos de Sabino Arana, que cre¨® un nacionalismo te?ido en sus or¨ªgenes de concepciones no ya religiosas, sino espec¨ªficamente teocr¨¢ticas, no cautivan exclusivamente el coraz¨®n electoral de los cat¨®licos vascos, que profesan diversos amores pol¨ªticos.
Jos¨¦ Mar¨ªa Seti¨¦n, obispo de San Sebasti¨¢n, lo ha dicho con rotundidad: "Asignar al hecho religioso cat¨®lico, en el momento actual, el car¨¢cter de fuerza aglutinante del nacionalismo pol¨ªtico vasco equivaldr¨ªa a desconocer el contexto pol¨ªtico-social en el que actualmente se desarrolla la vida de ese pueblo vasco".
Cristianos en IU
El sacerdote vizca¨ªno Joaqu¨ªn Perea no discrepa del prelado donostiarra. "Hablar del voto cat¨®lico es muy dif¨ªcil, porque no existe el voto cat¨®lico en bloque", sentencia con rotundidad. Las listas electorales tienen un bot¨®n de muestra: el cabeza de lista de IU y candidato a lehendakari, Javier Madrazo, de 34 a?os, es un cristiano comprometido. Hasta hace un a?o presidi¨® la Hermandad Obrera de Acci¨®n Cat¨®lica (HOAC) en Bilbao.Los cat¨®licos vascos, como ocurri¨® durante la Segunda Rep¨²blica, cuando la jerarqu¨ªa eclesial descubri¨® que sus fieles distribu¨ªan sus preferencias pol¨ªticas entre la opci¨®n carlista, mon¨¢rquica, liberal o nacionalista, no forman ahora un bloque electoral homog¨¦neo, como se constata en un estudio sociol¨®gico publicado en 1992.
El informe, dirigido por Javier Elzo, de la Universidad de Deusto, incluye tambi¨¦n al electorado navarro, menos secularizado que su hom¨®nimo de la comunidad vasca, pero sus datos son significativos. As¨ª, los ciudadanos que acuden a misa semanal distribuyen sus preferencias pol¨ªticas por este orden: Partido Popular : (65%), PNV (51%), EA (49%), PSE-PSOE (34%), HB (11%) y EE (9%).
Hay una dispersi¨®n del voto cat¨®lico que, en buena parte, es reflejo de una sociedad plural y compleja, escasamente vertebrada entorno a cuestiones como el euskera o la ikurri?a, que luce el aspa blanca incluida por Sabino Arana como s¨ªmbolo la fe cristiana.
As¨ª lo entiende Imanol Zubero, soci¨®logo y profesor de la Universidad del Pa¨ªs Vasco. "No hay un pueblo vasco: hay una poblaci¨®n vasta. El gran problema de este pa¨ªs", se?ala, "es conocer desde qu¨¦ elementos se puede integrar. Y parece que, hoy por hoy, el elemento integrador es la sociedad del bienestar".
Enrique Villota, sacerdote bilba¨ªno y especialista en la historia de la Iglesia vasca, asegura: "As¨ª existe una parte de electores que no son nacionalistas ni indepentistas, pero votan al PNV porque les da seguridad y tranquilidad".
La situaci¨®n social tiene reflejo en la Iglesia vasca, cuya jerarqu¨ªa ha coincidido en no pocas ocasiones con las posturas del partido de Xabier Arzalluz, como ocurri¨® en 1982, cuando denunci¨® que la Ley Org¨¢nica de Armonizaci¨®n del Proceso Auton¨®mico (LOAPA) pod¨ªa perturbar "los pilares b¨¢sicos de la convivencia" en el Pa¨ªs Vasco.
"Hay un ruptura en la sociedad vasca en general, que no est¨¢ cohesionada. Esto plantea a la Iglesia como instituci¨®n serias dificultades pastorales", indica el sacerdote Joaqu¨ªn Perea. La Iglesia, viene a decir, tiene ahora que nadar y guardar la ropa en sus mensajes, para no herir al pr¨®jimo.
Quiz¨¢ por ello es criticada en ocasiones por ambigua, como ahora mismo, cuando sus fieles se interrogan sobre el significado de su instrucci¨®n pastoral ante los pr¨®ximos comicios auton¨®micos, titulada Votar, una responsabilidad social.
Legitimaci¨®n de la abstenci¨®n
Los obispos de Bilbao, San Sebasti¨¢n y Vitoria recuerdan que votar es un deber y un derecho, pero la abstenci¨®n legitimada "por la propia conciencia" puede ser "un voto de castigo" que exprese "el rechazo a una situaci¨®n de descontento pol¨ªtico m¨¢s o menos generalizada. "Ser¨¢ por los casos de corrupci¨®n o la grave situaci¨®n econ¨®mica por la que atraviesa el pa¨ªs", aventura como hip¨®tesis Jos¨¦ Luis Longarte. "Quiz¨¢s sea as¨ª", apostilla Carlos Garc¨ªa de Andoin, de 31 a?os, ex militante de Euskadiko Eskerra y que, ahora, sin estar afiliado, intenta llevar su compromiso cristiano al PSE-PSOE.Si la Iglesia se muestra cr¨ªtica en su instrucci¨®n pastoral, no menos duro es su reba?o de fieles con ella. El estudio sociol¨®gico de Javier Elzo indica que conf¨ªan poco en su Iglesia: s¨®lo un 45%. Adem¨¢s, son extremadamente severos al enjuiciar la respuesta que da ante los problemas sociales vascos: s¨®lo un 24% entiende que es la adecuada. Por preferencias pol¨ªticas se reproduce pr¨¢cticamente el orden, en este caso de benevolencia, de las formaciones con m¨¢s simpatizantes que cumplen con la misa semanal: PP (48%), PNV (36%), EA (31%), PSE-PSOE (310/6), EE (9%) y HB (80/6).
La mayor¨ªa de los ciudadanos estima apropiado, sin embargo, que la Iglesia hable de temas como el aborto (60%), la eutanasia (63%) o la ecolog¨ªa y el medio ambiente (60%). "Es como si hubiera una relaci¨®n de amor / desamor, de separaci¨®n cr¨ªtica junto a una demanda de presencia. No se est¨¢ de acuerdo con lo que hace la Iglesia, pero menos a¨²n se estar¨ªa si se callara. Otra cosa es que se est¨¦ de acuerdo con lo que se diga", escribe Elzo en su estudio.
El clero vasco, a juicio de Perea, no est¨¢ ahora implicado en pol¨ªtica, como ocurr¨ªa en la d¨¦cada de los sesenta, cuando naci¨® el Colectivo de Curas Vascos, germen de la actual Herria 2.000, que simpatiza con HB. Pero, seg¨²n Perea, ahora son minor¨ªa. Tan s¨®lo unos 60 de cerca de 4.500 sacerdotes. Ahora, tambi¨¦n a diferencia de lo que ocurr¨ªa antes, los seminaristas no son euskaldunes. Proceden (ocho de cada 10) de familias inmigrantes. Una tendencia que se inici¨® ya en la d¨¦cada de los setenta.
Clero nacionalista
Javier Vitoria, director del Instituto Diocesano de Pastoral y Teolog¨ªa, manifiesta: "El clero es muy escrupuloso con los temas pol¨ªticos, lo cual no significa que mayoritariamente tenga sentimientos nacionalistas". Incluso el episcopado, seg¨²n aseguran fuentes pr¨®ximas a los purpurados. Mantienen, dicen, unas relaciones muy sobrias y "es muy poco frecuente ver a un prelado en un acto oficial".Y de actos oficiales entiende un cura que recientemente se vio en un brete. La Diputaci¨®n Foral de Vizcaya hab¨ªa restaurado un templo y, para ensalzar su inauguraci¨®n, uno de sus altos cargos, del PNV, solicit¨® que se hicieran repicar las campanas. Las campanas no sonaron. El sacerdote cont¨® al pol¨ªtico una mentira piadosa: unos desconocidos hab¨ªan bloqueado la puerta de acceso al campanario. Y las campanas no sonaron para el PNV.
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