'Cosas de casa', programada como relleno, se convierte en el gran ¨¦xito de Antena 3
Cosas de casa (Antena 3, 14.30) fue programada por los directivos de la cadena como un relleno provisional, mientras decid¨ªan c¨®mo sustituir a El pr¨ªncipe de Bel Air. Sin embargo, ahora es poco probable que nadie le quite el sitio: desde el pasado 19 de septiembre, ha conseguido situarse cada d¨ªa entre los 10 programas m¨¢s vistos, y, en ocasiones, como el segundo m¨¢s visto, superado tan s¨®lo por el invencible Telediario. ?En qu¨¦ consiste Cosas de casa, cuyo ¨¦xito ha sorprendido en Antena 3 tanto como les ha alegrado?. Tal vez se deba a su protagonista, Steve Urkel, desgarbado, torpe y metepatas.Trata sobre los Winslow, una familia negra y de escasos recursos econ¨®micos. Son el padre, la madre, y hasta la abuela (Rosetta Le Noir). Y ¨¦ste es un detalle importante, porque a los ni?os, su p¨²blico m¨¢s entregado, les gustan los cuentos fant¨¢sticos, no la realidad. Claro que el padre es algo cero a la izquierda, la piedra, con la que siempre tropieza el omnipresente Urkel (Jaleel White), el vecinito insoportable -no hay p¨¦rdida: el de las gafas y los tirantes y la permanente expresi¨®n de idiotez- que puede llegar a salir del fondo de la sopera familiar o caer, como el otro d¨ªa, desde un helic¨®ptero, en plena acampada familiar.
Pap¨¢ Winslow (Reginald VelJohnson) se disloca cada vez que Urkel le convierte involuntariamente en la v¨ªctima de una de sus inevitables incursiones. Como el gordo (?por qu¨¦ la mayor¨ªa de los negros adultos en televisi¨®n son gordos?) v¨ªctima del flaco, pero a a?os luz de la mala uva de aquella pareja del cine c¨®mico no apta para menores. Al final, el sufrido Carl Winslow, el grandull¨®n -o alg¨²n otro miembro de la familia, si ¨¦l milagrosamente libra- acaba aceptando el castigo y recibiendo de paso alguna que otra lecci¨®n del sabiondo Urkel, porque aqu¨ª, a diferencia de lo que ocurr¨ªa en casa de Cosby, el pap¨¢ no lo sabe todo.
Al principio, cuando se estren¨® la telecomedia, Jaleel White ten¨ªa el peque?ito papel que corresponde a ese entrometido vecino que nunca falta en la telecomedia. Papel imprescindible, pero corto. Y la comedia iba de capa ca¨ªda. Pero el chico robaba cada escena en la que aparec¨ªa, y la orden de las alturas no tard¨® en llegar: "M¨¢s papel para el ni?o". Y ahora, si no est¨¢ en escena es que se est¨¢ hablando de ¨¦l. Tarde o temprano aparece. Su voz nasal le precede; sus tirantes le levantan unos cuantos cent¨ªmetros por encima del suelo. Levita y levitamos. Los ni?os r¨ªen, y sus mayores, agradecidos, tambi¨¦n.
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