ELLA Y SUS MARIDOS

En mayo de 1949, la sonrisa p¨ªcara de una adolescente de 14 anos aparec¨ªa en primera p¨¢gina de la revista Elle. Un ayudante de director de cine de 21 a?os cay¨® en las redes de ese rostro y la convoc¨® para una prueba. As¨ª comenz¨® la historia de amor entre Roger Vadim y Brigitte Bardot. Acabar¨ªa con Y Dios cre¨® a la mujer en 1956 y la pel¨ªcula har¨ªa de ella una estrella. El 28 de septiembre de este a?o, la Bardot, s¨ªmbolo de la revoluci¨®n de la liberaci¨®n de las costumbres, cumpli¨® 60 a?os, asegurando "importarle un bledo su pasado". Con tal aniversario, se publica en Par¨ªs la que parece ser la verdadera biograf¨ªa de la mujer de las dos caras: la leyenda viviente de la pantalla, que ella rechaza, y la cabeza de la fundaci¨®n protectora de animales que hoy lleva su nombre, a los que consagra toda su energ¨ªa desde que en 1973, a los 39 a?os, abandonase el cine para siempre. Escrita por Jeffrey Robinson, autor de varios best seller en Inglaterra y de otras biograf¨ªas corno la de Rainiero y Gracia, ha sido un trabajo de investigaci¨®n de cuatro a?os durante los que ha realizado m¨¢s de 80 entrevistas, incluyendo la de la propia B. B. El resultado es un libro lleno de curiosidades. Las conversaciones del autor comenzaron con Jane Birkin y Jeanne Moreau, compa?eras de ese tiempo de la actriz. Siguieron las de sus cuatro maridos: Vadim, Charrier, G¨¹nther Sachs y Alain Douborg, as¨ª como con Nicol¨¢s, su hijo ¨²nico, y su hermana. Dicen que fue el primero, Vadim el que la invent¨®, porque ella nunca quiso ser actriz; s¨®lo estaba locamente enamorada. Tras ¨¦l, fue de marido en marido, de hombre en hombre. Todos ellos hablan del car¨¢cter vol¨¢til, unido a un incre¨ªble atractivo y magnetismo de Bardot. Su tercer marido, G¨¹nther Sachs, quien para cortejarla alquilase helic¨®pteros y llenase el jard¨ªn de su casa La Madrige de centenares de docenas de rosas, cuenta: "El problema es su cambio brusco de humor. Era dif¨ªcil vivir con ella. Se dorm¨ªa feliz y se levantaba furiosa y enfadada conmigo". A su vez, Roger Vadim piensa que "es una mujer que no pod¨ªa ser feliz. Devoraba a quien la amaba". Ella a?ade: "Siempre me fue f¨¢cil encontrar un hombre con quien acostarme, pero nunca entend¨ª por qu¨¦ resultaba tan complicado encontrar a uno para convivir".-