Una c¨²pula en disputa
La rivalidad entre Foster y Calatrava tiene en Espa?a un escenario de privilegio
La rivalidad profesional entre el arquitecto e ingeniero espa?ol Santiago Calatrava (Benimamet, Valencia, 1951) y el arquitecto brit¨¢nico sir Norman Foster (Manchester, 1935) ha llegado a las puertas de los tribunales. Calatrava acusa a Foster de haber utilizado su proyecto para el Reichstag de Berl¨ªn, en la fase de adjudicaci¨®n del concurso, y no acude a la justicia por las dificultades de reconocer el trabajo intelectual, mientras que Foster dice que su proyecto no tiene "ning¨²n parecido con la c¨²pula tradicional propuesta por CaIatrava". Dos arquitectos en la c¨²pula, dos concepciones de los grandes proyectos de los ¨²ltimos a?os, el arte y el ordenador, tienen en Espa?a un campo excepcional paria el enfrentamiento, iniciado en Barcelona.
La primera maqueta de la exposici¨®n de Santiago Calatrava en la arquer¨ªa de los Nuevos Ministerios de Madrid es la torre de Collserola, de Barcelona, un proyecto de 1988. En el mismo concurso gan¨® el trabajo de Norman Foster, convertido en uno de los s¨ªmbolos de la Barcelona ol¨ªmpica. "Oriol Bohigas le regal¨® la torre de comunicaciones", dice ahora Calatrava.Era el comienzo de un enfrentamiento profesional que ha seguido en otros grandes proyectos internacionales, como el del nuevo Reichstag de Berl¨ªn, y donde Espa?a participa, en primera l¨ªnea, con la confluencia en Bilbao y Valencia, y se espera en Madrid, donde actualmente se exponen sus proyectos y obras.
Tras el primer contacto de Barcelona -Calatrava hizo despu¨¦s la torre de la Telef¨®nica, contestada por sus colegas, encabezados por Oriol Bohigas- se evitaron en las presentaciones del metro de Bilbao (Foster) y el aeropuerto de Sondica (Calatrava), y tienen pendientes nuevas actuaciones en Valencia, con la Ciudad de la Ciencia (Calatrava) y el Palacio de Congresos (Foster). El ¨²ltimo cap¨ªtulo es la concesi¨®n a Foster de la torre de comunicaciones de Santiago de Compostela, por decisi¨®n del alcalde y arquitecto Xerardo Est¨¦vez, protestada por el espa?ol.
Estos proyectos se encuentran actualmente en dos exposiciones en Madrid. La sala del Ministerio de Obras P¨²blicas recoge los ¨²ltimos trabajos del autor del puente del Alamillo, de Sevilla, mientras que el Museo de la Ciudad, con motivo del premio de la Fundaci¨®n San Benito de Alc¨¢ntara, se dedica al autor del aeropuerto de Stansted y la mediateca de Nimes.
Tambi¨¦n figuran en ambas el proyecto del Reichstag de Berl¨ªn, cuyo concurso de ideas fue ganado conjuntamente por Foster, Calatrava y De Bruyn. La adjudicaci¨®n de la segunda fase a Foster ha desatado la pol¨¦mica. Calatrava considera que el arquitecto brit¨¢nico se ha acercado a sus propios planteamientos, sobre todo con el tratamiento del remate del sal¨®n de reuniones.
"Foster present¨® un proyecto absurdo y estrafalario que, en cuatro fases posteriores, reform¨® como el m¨ªo. Quiero poner en evidencia el plagio. Cuando entregamos el proyecto sab¨ªa que esto ocurrir¨ªa. As¨ª que lo primero que hice fue escribir un libro, Cinco proyectos para Berl¨ªn, para dejar testimonio del caso", declara Calatrava. "El asunto del Reichstag ser¨¢, entre muchos, memorable". "Mi proyecto rehac¨ªa simplemente la c¨²pula de Wallot con la linterna, porque as¨ª el edificio recobraba su equilibrio al conservar la estructura de patios y la arquitect¨®nica global del edificio, devolvi¨¦ndole el equilibrio cl¨¢sico y dejando entrar la luz. Foster no puso c¨²pula, sino que hac¨ªa uso de forjados semitransparentes".
Norman Foster, en Cartas al director de EL PA?S del 22 de octubre, se?ala que, "a diferencia de Calatrava, yo he rechazado firmemente cualquier propuesta que pretenda imitar la c¨²pula del antiguo Reichstag". "Nuestros clientes, un comit¨¦ formado por pol¨ªticos de todas las, fracciones junto, con un grupo de asesores especialistas, demostraron estar de acuerdo con nosotros cuando emitieron su juicio en el concurso, y no han cambiado su opini¨®n desde entonces". "No hay ning¨²n parecido con la c¨²pula tradicional propuesta por Calatrava", dice Foster, "o por la multitud de arquitectos que antes que ¨¦l crearon c¨²pulas de tipo tradicional cubiertas de cristal".
Calatrava traslada esta pol¨¦mica personal a una situaci¨®n m¨¢s amplia de la profesi¨®n actual, en donde, sobre todo en los grandes proyectos, intervienen m¨¢s los factores pol¨ªticos y econ¨®micos. Die Zeitung se ha referido al caso anterior como "un golpe de mafias".
"Creo que la arquitectura de la d¨¦cada de los noventa se ha pervertido", declara Calatrava. "Se ha dejado de un lado el pilar art¨ªstico y se ha convertido en un negocio. Se vende un edificio como un coche. Arquitectos como Foster, que se venden trabajando, son cada vez m¨¢s numerosos; la profesi¨®n es muy dura. Est¨¢ llena de mafias y muchos de los arquitectos se han convertido en negociantes. Es c¨ªnico todo lo que est¨¢ ocurriendo. Foster es un hombre temible, un arquitecto mediocre. No es la primera vez que tengo problemas con ¨¦l; ya en Barcelona Bohigas le regal¨® la torre de comunicaciones".
Calatrava no desea aparecer como v¨ªctima ni como un hombre irritado contra Foster. "No sirve de nada lamentarse", afirma. "Como dec¨ªa Picasso a Mir¨®, esto es como el metro. Hay que esperar". "Se ha perdido la dignidad. Se ha llegado a la creaci¨®n de un ¨¢mbito que favorece las mafias. Es un c¨ªrculo de amiguetes. Muy humano, pero, evidentemente, poco constructivo, a pesar de que estamos en una profesi¨®n constructiva".
Babelia
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