El impago creciente de cuotas recorta el 40% de los ingresos de las C¨¢maras de Comercio

Las C¨¢maras de Comercio tienen ahora un ¨ªndice de impago de cuotas superior al 40% y el ¨ªndice se disparar¨¢ muy por encima del 50% en 1995, seg¨²n los c¨¢lculos del Consejo Superior de C¨¢maras. La escalada de impagos tiene su origen en la sentencia de inconstitucionalidad emitida recientemente contra la Ley de C¨¢maras de 1911. Para compensar esta p¨¦rdida de ingresos, la Administraci¨®n considera en estos momentos dos soluciones: incluir en el Presupuesto de 1995 un cr¨¦dito extraordinario por un importe aproximado de 13.000 millones de pesetas o conceder un aval del Estado.

Para decidir qu¨¦ v¨ªa se elige y para proponer las reformas convenientes en la Ley de C¨¢maras de 1993, el Gobierno ha decidido formar una Comisi¨®n Interministerial en la que participan Antonio Zabalza, por parte de la vicepresidencia del Gobierno Alfredo Pastor, Secretario de Estado de Econom¨ªa y Jos¨¦ ?ngel Serrano, subsecretario del Ministerio de Comercio, en teor¨ªa el departamento que tiene que producir los cambios en la Ley de 1993.El Tribunal Constitucional sentenci¨® la inconstitucionalidad de la afiliaci¨®n obligatoria seg¨²n la Ley de C¨¢maras de 1911. La sentencia ha generado un aumento del impago a las C¨¢maras tanto por la declaraci¨®n de inconstitucionalidad como porque a pesar de la sentencia, aquellas empresas que no hubieran recurrido a los tribunales contra el pago obligatorio antes de conocida la opini¨®n del TC no pueden reclamar las cuotas pagadas.

Grandes maniobras

El Consejo de C¨¢maras espera que en 1995 se multipliquen los recursos de amparo contra el pago de cuotas a las C¨¢maras seg¨²n la ley vigente de 1993; de forma que la morosidad se disparar¨¢. La supervivencia de algunas C¨¢maras puede ser problem¨¢tica.En esta atm¨®sfera de crisis severa -jur¨ªdica y econ¨®mica- de las C¨¢maras se desarroll¨® el ¨²ltimo conflicto interno en las C¨¢maras, protagonizado por el presidente del Consejo, Guillermo de la Dehesa, y el presidente de la C¨¢mara de Madrid, Adri¨¢n Piera. El violento enfrentamiento se sald¨® moment¨¢neamente con la voluntad de Piera de acatar las decisiones de la mayor¨ªa de las C¨¢maras.

Para entender la guerra intra C¨¢maras hay que situarse en junio de este a?o, despu¨¦s de la sentencia del TC sobre la Ley de 1911. El presidente del Consejo Superior de C¨¢maras, Guillermo de la Dehesa, se pone en contacto con el Gobierno (Econom¨ªa y Comercio) para transmitir su convencimiento de que la Ley vigente deb¨ªa ser modificada (incluye, igual que la de 1911, la afiliaci¨®n y el pago obligatorio de cuotas) y, en virtud de la escalada esperada de defecciones de empresas que dejar¨ªan de pagar sus cuotas, procurar una financiaci¨®n transitoria para los organismos colegiales a trav¨¦s de partidas presupuestarias.

Las propuestas del Consejo son bien acogidas por el Gobierno. De la Dehesa propone que las C¨¢maras reciban del Presupuesto en 1995 exactamente lo que aumenta el ingreso de Hacienda al desaparecer la exenci¨®n fiscal por pago de cuotas. Las C¨¢maras valoran esta cantidad en 8.000 millones de pesetas y Hacienda, que computa una morosidad en aumento, en 5.000. Adem¨¢s, de la misma forma que CEOE, por ejemplo, las C¨¢maras piden 4.000 millones al ICEX por la tarea de fomento de las exportaciones y 1.000 millones por las tareas de formaci¨®n profesional. Todo de forma transitoria mientras se aclara la situaci¨®n jur¨ªdico-constitucional.

A punto de un acuerdo, terci¨® Adri¨¢n Piera, presidente de la C¨¢mara de Madrid. Ante Solbes, G¨®mez Navarro y el propio Felipe Gonz¨¢lez, en franca contradicci¨®n con las propuestas del Consejo, Piera defiende una tesis aparentemente "m¨¢s liberal": debe defenderse la Ley de 1993 y no buscar otros cauces de financiaci¨®n mientras no se conozca la sentencia del TC. Piera "repudia" la financiaci¨®n tr¨¢nsito:)ria en el presupuesto ante el presidente del Gobierno 24 horas antes de que el Consejo (le C¨¢maras, con Guillermo de la Dehesa a la cabeza, y el propio Piera entre los delegados, sea recibido en Moncloa.

El Gobierno, a ra¨ªz de este incidente, retrocede. La financiaci¨®n por presupuesto, aunque sea transitoria, puede ser mal interpretada por el TC. Tampoco es el modelo que se lleva en Europa. Mientras, el Comit¨¦ Ejecutivo de las C¨¢maras reconviene a Adri¨¢n Piera y consigue el acuerdo mayoritario de ratificaci¨®n en las l¨ªneas planteadas por De la Dehesa.