La morbosa guerra de los Gales, cap¨ªtulo dos

El morbo se mantiene: el pr¨ªncipe de Gales, llevado por un impulso cruel, reconoce haber mantenido tres separados romances con la "m¨¢s ¨ªntima amiga" de su vida, Camilla Parker Bowles. As¨ª lo cuenta The Sunday Times en la segunda entrega, publicada ayer, de la biograf¨ªa autorizada del pr¨ªncipe, escrita por Jonathan Dimbleby. Lo m¨¢s novedoso, sin embargo, es la noticia de que el heredero de la corona brit¨¢nica planea rebautizar la dinast¨ªa, a?adiendo el nombre de su t¨ªo abuelo, lord Mountbatten, al de la Casa de Windsor. Pese a las veleidades prolaboristas de Carlos de Gales, sus probabilidades de hacer realidad este prop¨®sito ser¨¢n menores si el partido de Tony Blair gana las pr¨®ximas elecciones generales. De acuerdo con una encuesta publicada ayer en The Independent, el 44% de los parlamentarios de este partido son favorables a la rep¨²blica.La Monarqu¨ªa brit¨¢nica cambi¨® su nombre por el de Windsor, en 1917, gracias a una iniciativa del rey Jorge V, agobiado entonces por una ola de furor antialem¨¢n. Carlos de Inglaterra considera, sin embargo, que ser¨ªa justo incluir el nombre de su t¨ªo abuelo y mentor, asesinado por el IRA hace 15 a?os. Contrariamente a quienes han podido ver en el pr¨ªncipe un candidato tibio al trono brit¨¢nico, en el libro de Dimbleby,el primog¨¦nito de la reina Isabel II deja muy claro su inter¨¦s por ocupar un d¨ªa ese puesto. De hecho, Carlos, de quien parti¨® la iniciativa de separarse de la princesa Diana, tom¨® la medida una vez obtenidas garant¨ªas tanto del arzobispo de Canterbury, como del primer ministro, John Major, de que esta decisi¨®n -y un posterior divorcio- no afectar¨ªa a sus derechos constitucionales al trono. A lo largo de las p¨¢ginas publicadas ayer, sin embargo, lo que queda patente de una forma meridiana es hasta qu¨¦. punto esta espiral de esc¨¢ndalos reales no pasa de ser una mera manifestaci¨®n de la guerra privada que mantienen los pr¨ªncipes de Gales. Incluso las menciones a Camilla Parker Bowles, "el gran amor" de su vida, tienen m¨¢s carga vengativa que er¨®tica o sentimental. M¨¢s all¨¢ del relato de su primer encuentro con su esencial amante -entonces Camilla Shand-, en 1972, cuando el pr¨ªncipe era un oficial de Marina de 23 a?os, y su inmediato enamoramiento, la entrega biogr¨¢fica hace hincapi¨¦ en un obsesivo recuento del fallido matrimonio con la princesa de Gales. Demostrando que fue sincero cuando confes¨® en televisi¨®n, en junio pasado, que s¨®lo fue un marido ad¨²ltero cuando ya estaba claro que su matrimonio hab¨ªa fracasado, el pr¨ªncipe reconoce otros dos episodios amorosos con Camilla. El primero en 1980, antes de casarse con Diana Spencer, y el ¨²ltimo,. en 1986, cuando el matrimonio ya hab¨ªa naufragado. Carlos adereza el relato con algunas de sus peripecias de juventud, cuando, era oficial de la Marina brit¨¢nica, entre ellas la visita a un burdel de Colombia, donde sufri¨® el asalto de una imp¨²dica cortesana.