La sombra del Banco de Espa?a

El debate de las enmiendas a la totalidad del proyecto de presupuestos para 1995 ha contado en este a?o con un protagonista inusual: el Banco de Espa?a, que ha condicionado de forma absoluta la discusi¨®n. Una buena parte de la oposici¨®n ha intentado instrumentalizar lo dicho por el gobernador del banco emisor, Luis ?ngel Rojo.El gobernador dijo el mismo d¨ªa en que lo escrib¨ªa Carlos Solchaga en un diario economico -y sin haber le¨ªdo el art¨ªculo- que, aunque era bueno bajar las cotizaciones sociales un punto para abaratar los costes laborales, la soluci¨®n buscada para compensar los menores ingresos, la subida en un punto del IVA, no era buena.

Rojo puso el acento en los problemas inflacionistas que esta medida puede provocar y, a partir de ah¨ª, se produjo el milagro de aunar todas las cr¨ªticas a los presupuestos en un mismo discurso y con un mismo eje argumental. Nunca el Banco de Espa?a hab¨ªa influido tanto en los grupos de la oposici¨®n. Hasta que tuvo autonom¨ªa del Gobierno, el banco, emisor influ¨ªa -se dec¨ªa que a veces en exceso- en los planteamientos del Gobierno. Normalmente nunca en los de los partidos de la oposici¨®n. Luis ?ngel Rojo, haciendo uso de la autonom¨ªa reci¨¦n estrenada, llev¨® a su posici¨®n pr¨¢cticamente a toda la oposici¨®n y dej¨® a un lado al Gobierno, al PSOE y a CiU

Efectivamente, el mensaje de Rojo fue recogido incluso por quienes pocos meses antes se?alaban que deb¨ªa caminarse, en el terreno de las cotizaciones sociales, por la senda de bajarlas y compensar dicha reducci¨®n con una subida equivalente de los impuestos indirectos.

Como recordaba Miquel Roca ayer, "hay numerosas resoluciones del Congreso, votadas por ampl¨ªsimas mayor¨ªas, en las que se dice que hay que hacer lo que se recoge en el proyecto de ley". Roca no entend¨ªa que ahora se se?alara la inconveniencia de una medida de ese tipo.