Experiencias europeas sobre liberalizaci¨®n controlada

S. R. / A. F. Las drogas blandas dejaron de ser tema de preocupaci¨®n en Holanda cuando, en 1980, se empez¨® a consentir la apertura de los coffeeshops, especie de pubs donde se pueden pedir a la carta los m¨¢s variados tipos de marihuana y hach¨ªs.

Las autoridades holandesas pretenden con este sistema mantener separados los mercados de drogas blandas y duras para evitar que los j¨®venes que fuman cannabis frecuenten lugares de alta criminalidad. "La experiencia ha demostrado que el consumo de drogas blandas no ha aumentado m¨¢s que en el resto de Europa, y que la mayor¨ªa de los consumidores no acceden despu¨¦s a las duras", explicaba la ministra de justicia, Winnie Sorgdrager.

Sin embargo, la proliferaci¨®n de los coffeeshops, que sobrepasan ya los 1.500 en todo el pa¨ªs, y la p¨¦rdida de control han llevado en los ¨²ltimos d¨ªas a la titular del Ministerio de Justicia a pronunciarse a favor de un endurecimiento de esta l¨ªnea de actuaci¨®n. En la pr¨¢ctica se traducir¨¢ por una prohibici¨®n total del acceso a los menores de edad, por la prohibici¨®n de la venta de drogas duras, la limitaci¨®n a no m¨¢s de 30 gramos y la total ausencia de publicidad.

Pies de plomo

Suiza, el otro pa¨ªs que ha intentado una f¨®rmula de despenalizaci¨®n controlada, se mueve, sin embargo, con pies de plomo. El abuso de drogas afecta, a m¨¢s de 30.000 personas en el pa¨ªs. Hace un a?o se lanzaba un proyecto, avalado por el Gobierno federal, para la distribuci¨®n de hero¨ªna, metadona y coca¨ªna bajo estricto control m¨¦dico a 750 personas divididas divididas en tres grupos con fines cient¨ªficos durante res a?os. La primera evaluaci¨®n de este proyecto, que s¨®lo pretende reducir los problemas sociales ligados a la droga, ha sido favorable y ha empujado al Gobierno a ampliar los 250 heroin¨®manos acogidos a esta terapia a 1.000.

Seg¨²n el responsable m¨¦dico del proyecto de Z¨²rich, Gianni Zanetti, este experimento ha reafirmado que la hero¨ªna es una sustancia poco peligrosa, sin efectos secundarios cuando se consume en estado puro y en cantidades adecuadas". Menos ¨¦xito ha tenido la administraci¨®n de metadona inyectable. A partir de ahora se sustituir¨¢ por hero¨ªna: tres dosis diarias que se inyectan obligatoriamente en centros controlados por las que se pagan 1.000 pesetas.