"Ando a gatas, como todos"

Existe. ?Puffl Y estas t¨¢rdes oto?ales da rienda suelta en el Retiro madrile?o a sus emociones jugando con un gorila de peluche que le presta su amiga Beatriz de Moura... Ha pocas horas, nos consinti¨® interrumpir su actividad.Pregunta. Como parece que Espa?a es un caso, ?va bien el, repu?etero caso F¨ªlesa?

Respuesta. Creo que es el caso...

P. ?Y su caso de usted?

R. Ando a gatas, como todos, pero la vida a veces me invita a tomar un caf¨¦.

P. ?Y el libro de ?ngeles Caso, finalista del Planeta?

R. Tan joven y ya tiene todas las cartas en la mano: que escriba, escriba, escriba...

P. ?El caso De la Rosa?

R. Basta, basta.

P. ?Y el caso Hormaechea?

R. ?Y qu¨¦ me va con eso?

P. ?Le parece heroico el caso de los chicos y chicas que se asocian para llegar v¨ªrgenes al matrimonio?

R. Mi respeto, pero ?qu¨¦ p¨¦rdida de tiempo!

P. ?Tiene un amigo as¨ª?

R. No, no, no.

P. La publicidad del d¨ªa es "la belleza no es parecer joven, sino estar bien".

R. Eso lo ha escrito alguien, de m¨ª generaci¨®n.

P. Uno ha fantasmeado con usted como si la conociera: ?me dice algo emocionante?

R. Tengo ganas de demasiadas cosas, pero el tiempo apremia.

P. ?Usted da pie con bola consigo misma?

R. Mantengo un equilibrio inestable.

P. Lo que se habr¨¢ escrito de su belleza, de su inteligencia, de su temperamento... D¨ªgame algo en exclusiva.

R. Me agota el tema.

P. ?De usted se han contado m¨¢s verdades que mentiras?

R. Se han intuido cosas.

P. ?Qui¨¦n es de veras?

R. Ni yo lo s¨¦.

P. ?Por qu¨¦ no escribe sobre s¨ª misma?

R. Lo hago. Pero me miento...

P. ?Recuerda algo...?

R. S¨ª; a los 15 a?os escrib¨ª: "Por fin me siento mujer".

P. ?Cu¨¢ndo dejar¨¢ el cine y el teatro por la pol¨ªtica?

R. Venga..., ?que le ondulen a usted!

P. Es que pensaba quebra la met¨¢fora del caos...

R. ?sa es la confusi¨®n; mi cuota de caos es min¨²scula; no soy lo que desean los dem¨¢s..

P. ?Qui¨¦n le dio la inteligencia?

R. Yo soy muy lenta.

P. De lentitud r¨¢pida.

R. Pero soyemotiva, lo que onspira contra lo racional.

P. ?C¨®mo fue, y d¨®nde, la primera vez que hizo manitas?

R. En la pe?a Celestina, en Salamanca.

P. ?Le dej¨® huella?

R. S¨ª.

P. ?Se ve?

R. No; me fui al confesor y a¨²n sigo rezando la penitencia.

P. ?C¨®mo fue la espiritualidad de su adolescencia?

R. Del confesor al novio y del novio al confesor.

P. ?Cu¨¢ntas veces se ha enga?ado en la vida para no ver con los ojos abiertos?

R. No soy de esa raza.

P. ?u¨¦ se puede ser sin ser ambicioso?

R. Solidario, bondadoso...

P. ?Eso no es ser tonto?

R. No, eso es lo que hay que recuperar.

P. ?Se puede ser pol¨ªtico sin ser mentiroso?

R. Me parece cruel eliminar esta pregunta con una respuesta f¨¢cil.

P. Soy de los mejores paelleros, ?quiere...?

R. S¨ª, s¨ª, hala, me hace paella y le hago cocido.

P. ?Jurado y Ortega Cano acceder¨¢n a los altares?

R. Es posible.... Pero cu¨¢nto nutre esta historia.

P. ?Qui¨¦n debe casarse urgentemente en Espa?a?

R. La Pantoja.

P. ?Ha llegado usted a la c¨²pula del feminismo?

R. Nos estamos pasando varios pueblos... ?Por qu¨¦ no dejarles un sitio a los chicos?

P. Escuche, por favor: "Hay que ser coherente con uno mismo y tolerante con los dem¨¢s, porque, insisto, s¨®lo a partir del respeto y la tolerancia ...... ?Qui¨¦n dijo esto?

R. Pues... no recuerdo.

P. Lo dijo Charo L¨®pez..

R. ?Noooo! ?S¨ª, claro!.. (Y aqu¨ª estall¨® una Carcajada salvaje -rotunda, estruendosa-, de Christopher Durang, la obra que llega a Madrid de la mano de Charo, la de El detective y la muerte en cine).