Muerte solidaria

DOS SOLDADOS espa?oles murieron ayer en Bosnia-Herzegovina. ?lvaro Ojeda Barrera, de 23 a?os, y Ra¨²l Berraquero Forcada, de 19, fallecieron en un accidente al volcar su blindado cuando escoltaban un cami¨®n con medicinas de M¨¦dicos del Mundo. Seguro que poco antes de partir hacia aquella parte de Europa apenas hubieran podido localizarla en un mapa. Y all¨ª tuvieron que encontrar la muerte, fruto de la fatalidad y, sin embargo, resultado de una empresa tan loable como cada vez m¨¢s cuestionada por la opini¨®n p¨²blica espa?ola. Por supuesto que ambos pod¨ªan haber muerto en accidente en Espa?a. Pero tambi¨¦n es cierto que murieron all¨ª por estar realizando un ejercicio de solidaridad que muchos espa?oles creen ya excesivo.El ministro de Asuntos Exteriores espa?ol, Javier Solana, advirti¨® el jueves en Mosc¨² que Espa?a retirar¨¢ sus tropas de Bosnia si Estados Unidos logra imponer el levantamiento del embargo a las fuerzas leales al Ej¨¦rcito bosnio. Como sus hom¨®logos brit¨¢nico y franc¨¦s, asegura que ser¨ªa inviable la misi¨®n encomendada: paliar los sufrimientos de la poblaci¨®n civil v¨ªctima, de la guerra. Probablemente es cierto. De lo que no hay duda es de que la retirada de los cascos azules dar¨¢ pie a m¨¢s guerra y tragedia.

Las fuerzas bosnias ya han dejado claro que aunque no piden un levantamiento inmediato del embargo, en caso de tener que elegir prefieren poder rearmarse a mantener en la regi¨®n la presencia de cascos azules. Consideran que ¨¦stas no s¨®lo no han impedido en tres a?os de guerra que los serbios arrasaran gran parte de Bosnia y aplicaran la limpieza ¨¦tnica, sino que han servido de pretexto para impedir acciones m¨¢s en¨¦rgicas contra los serbios bosnios, lo que, en definitiva, les ha garantizado cierta impunidad.

Pero todo esto no empana en ning¨²n caso una misi¨®n que ha tenido todos los ¨¦xitos posibles pese al fracaso de la pol¨ªtica de la comunidad internacional. Y el Ej¨¦rcito espa?ol ha jugado un papel destacado en esos ¨¦xitos cotidianos que a veces son s¨®lo salvar la vida de un ni?o.

Las generaciones que no han vivido una guerra consideran que todas estas muertes en plena juventud lejos de casa no tienen ning¨²n sentido. Piensan que aqu¨¦lla, aunque no tan lejana como otras guerras, no nos afecta. Como muchos descendientes de emigrantes espa?oles recibidos con generosidad en otras partes del mundo, rechazan hoy la presencia de inmigrantes aqu¨ª, no recuerdan -quiz¨¢s ni saben- que tambi¨¦n en Espa?a murieron en la guerra j¨®venes extranjeros en ejercicios de solidaridad como el que realizaban ayer los dos soldados espa?oles en Stolac. Y que salvaron a ni?os que hoy son nuestros padres y abuelos. Por solidaridad con los que sufren. La que debemos hoy a las familias de los soldados y a sus compa?eros en Bosnia.