"Un payaso logra m¨¢s que un predicador"
Desde hace una semana, cientos de carteles con traseros desnudos adornan la peque?a ciudad de Langenhagen, cerca de Hannover (Alemania). Son obra de la artista neoyorquina Yoko Ono. Ono, de 61 a?os, llama a la visi¨®n del trasero femenino A celebration of being human. A principios de los a?os 60, Ono fue uno de los fundadores del movimiento fluxus, una corriente que perturbaba el mundo del arte con desenfrenados happenings. Ono se hizo mundialmente famosa por su matrimonio con el beatle John Lennon. Ambos se convirtieron en pioneros del movimiento pacifista internacional.P. ?Qu¨¦ es tan fascinante en un trasero?
R. Las caras pueden mentir, los traseros no. Las caras de las personas enga?an con el maquillaje, con la m¨ªmica, con sonrisas falsas.
P. Antes, usted llamaba a la acci¨®n, por ejemplo contra la guerra de Vietnam. ?Por qu¨¦ en la actualidad se limita al mensaje de que todo es bonito?
R. De mis im¨¢genes se habla. La gente conversa sobre esos traseros, se pregunta si es un trasero masculino o femenino, o por qu¨¦ no he elegido ning¨²n trasero de beb¨¦. Mientras hablen de traseros, no se matar¨¢n. El famoso bed-in con John Lennon, cuando nos quedamos una semana en la cama por la paz en 1969, en Amsterdam, fue sobre todo muy divertido. Un payaso logra m¨¢s que un predicador.
P. Procede usted del movimiento fluxus, una tendencia art¨ªstica que inspir¨® a la publicidad. A principios de los a?os sesenta, film¨® usted a c¨¢mara muy lenta una cerilla encendida, y hoy ese motivo aparece en casi todos los anuncios de cigarrillos. ?Le molesta eso?
R. En absoluto. No me gustan nada esos ap¨®stoles de la paz aparentemente liberales que hablan en tono moralista y condenan el dinero. Por supuesto, el dinero tiene que estar del lado bueno. Necesitamos una industria pac¨ªfica fuerte para poder oponer algo a la industria b¨¦lica.
P. Si el dinero es tan importante para usted, ?por qu¨¦ s¨®lo ha cobrado 3.000 marcos (unas 240.000 pesetas) por su acci¨®n de Langenhagen?
R. Incluso esa cantidad se la regal¨¦ a los organizadores. El dinero es importante, pero eso no significa que siempre tenga uno que cobrar, cobrar y cobrar.
P.?Cu¨¢les son sus modelos art¨ªsticos?
R. Todo lo que ocurre influye en mi, incluso cosas que ocurrieron antes de nacer yo.
P. Eso suena bastante esot¨¦rico.
R. No, es simplemente una cuesti¨®n de generaciones. Por ejemplo, cuando hablo con mi hijo Sean, que tiene 18 a?os, me doy cuenta de que es m¨¢s sensato que los revolucionarios de los a?os sesenta.
P. ?Es un joven genio?
R. Cada generaci¨®n aprende de sus predecesores. Sean sabe que cometimos errores, y puede ahorr¨¢rselos. Ya no necesita follar por ah¨ª como loco para sentirse libre. Sabe lo que pueden provocar las drogas, y no tiene que repetir nuestros excesos. La revuelta de los a?os sesenta ha fracasado porque no entendimos lo del sexo y las drogas.
P. Todo el mundo la sigue responsabilizando de que John Lennon abandonara los Beatles. ?Sufre usted por ser su viuda?
R. No. John signific¨® mucho para el mundo. Era muy sincero, muy humano. Por supuesto, tambi¨¦n hab¨ªa cosas horribles, como su consumo de drogas. Pero comparti¨® su vida con la opini¨®n p¨²blica. Tengo que encargarme de que sus obras contin¨²en vivas.
P. ?Era usted una admiradora de los Beatles?
R. No, no me gustaba especialmente la m¨²sica de los Beatles, y tampoco compr¨¦ nunca un disco suyo. Cuando conoc¨ª a John en una galer¨ªa londinense, ni siquiera sab¨ªa exactamente lo que hac¨ªa en realidad. Yo expon¨ªa un pedazo de madera en la que los asistentes deb¨ªan clavar clavos. John me pregunt¨®: "?Puedo clavar?". Yo le dije que no. Entonces vino el due?o de la galer¨ªa y me susurr¨®: "D¨¦jele hacerlo. Es millonario. A lo mejor compra algo si le deja". Yo dije: "De acuerdo. Por cinco chelines le dejo que clave un clavo". Y John contest¨®: "Bien, imaginemos que le doy cinco chelines, y luego imaginemos que clavo un clavo".
P. Se dice que en casa ten¨ªa usted que componer con un piano que sonaba muy poco. ?No le gustaba a John su arte?
R. S¨ª que le gustaba. Y sigue siendo as¨ª. Puedo trabajar con toda confianza porque s¨¦ que, haga lo que haga, le gustar¨¢. Est¨¢bamos muy unidos. Somos un alma en dos cuerpos.
P. ?Saldr¨¢ el a?o que viene un nuevo disco de los Beatles?
R. No tengo ni idea de cu¨¢ndo ser¨¢. Yo he puesto a disposici¨®n una cinta que grab¨® John despu¨¦s de la separaci¨®n de los Beatles.
P. Ha convertido usted los tres millones de d¨®lares que le dej¨® en herencia John Lennon en m¨¢s de 300. ?Cu¨¢ndo empezaron a interesarle los negocios?
R. Cuando naci¨® nuestro hijo Sean, John quer¨ªa poder ocuparse plenamente de ¨¦l, as¨ª que yo me hice cargo de todo lo relativo a los negocios.
P. ?Qu¨¦ ilusiones y sue?os de los 60 se han desvanecido
R. Entre las ilusiones y los sue?os existe una diferencia enorme: las ilusiones siempre se desvanecen, mientras que los sue?os siempre se hacen realidad. Es s¨®lo cuesti¨®n de tiempo.
Babelia
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