SS + SS = 0
?Con qu¨¦ se hace hoy una pel¨ªcula comercial en los USA? Sinceramente, con pocas cosas. Ante todo, se precisa una pareja de protagonistas con gancho -no confundir con buenos actores-, m¨¢s un gui¨®n apa?adito -no confundir con solvente o bueno: s¨®lo hecho con habilidad para ocultar sus propios defectos, nada m¨¢s- y un coordinador / director igualmente apa?adito, que sobre todo no tenga ¨ªnfulas de artista y que sea capaz de mediar en las disputas entre los protagonistas: indispensable si son tan dispares como Sly y Stone. Un equipo solvente de efectos especiales y una historia no tan familiar como para que resulte tediosa, pero no tan innovadora como para que desconcierte al respetable, completan el asunto. Y a rodar, a montar la promoci¨®n y a recaudar, que es lo suyo.El especialista responde punto por punto a este esquema, que por otra parte, es el mismo empleado por el cine cl¨¢sico en Hollywood, aunque con una variable esencial: entonces, los ingredientes eran de mejor calidad, los guionistas conoc¨ªan su oficio, los directores tambi¨¦n y casi todos los actores -que de todo hab¨ªa- sab¨ªan que el suyo consist¨ªa en actuar, faceta ¨¦sta que ahora se disimula con una cierta ma?ana para saber desnudarse. El gancho del filme de Llosa es la uni¨®n entre un no-actor como Sly, todo m¨²sculos -?ser¨¢n m¨²sculos los suyos, o s¨®lo pl¨¢stico hinchado?-, retorcida boca de dibujo animado y habilidad para el mamporro, y una actriz m¨¢s competente que ¨¦l, la Stone de profesi¨®n sus polvos mortales.
El especialista (The Specialist)
Direcci¨®n: Luis Llosa. Gui¨®n: Alexandra Seros. Fotograf¨ªa: Jeffrey Kimball. M¨²sica: John Barry.Producci¨®n: Jerry Weintraub, EE UU, 1994. Int¨¦rpretes: Sylvester Stallone, Sharon Stone, James Woods, Rod Steiger, Eric Roberts. Estreno en Madrid: Excelsior, Madrid, Vel¨¢zquez, Gran V¨ªa, Luchana, T¨ªvoli, Juan de Austria, Novedades, Parquesur.
Torpezas
El gui¨®n, basado en una serie de novela de g¨¦nero que tienen por protagonista a un ex militar experto en explosivos, acumula considerables torpezas, la mayor de las cuales es el car¨¢cter casi infalible del h¨¦roe, que lo hace virtualmente indestructible ante los ojos del espectador.?ste, privado de recurso del suspense, queda s¨®lo a merced de su identificaci¨®n con el hombre de los m¨²sculos de pl¨¢stico y al disfrute de las evoluciones, antes gimn¨¢sticas que amatorias, de SS y SS. Aunque, todo se ha de decir, contiene una vuelta de tuerca por lo menos ingeniosa -aportada m¨¢s bien por las novelas, sospecho, que por el talento de la guionista- a la que, por desgracia, le saca bien poco provecho.
Sobre el trabajo del director de esta pel¨ªcula, Luis Llosa, de quien sufri¨¦ramos hace poco algo llamado En el coraz¨®n de la jungla, cabe decir que resulta creible cuando los personajes corren, saltan por los aires o se dan tortazos, pero demuestra una debilidad alarmante cuando se trata de hacer que simplemente se comporten como seres humanos: no s¨®lo Stallone flaquea aqu¨ª; Eric Roberts est¨¢ sencillamente pat¨¦tico y la Stone tampoco da la talla, aunque en su descargo haya que reconocer que no debe ser f¨¢cil v¨¦rselas desde tan cerca con un armario de la expresividad de Sly.
Y en cuanto al filme, baste con resaltar que la previsibilidad puede con los abundantes fuegos artificales, las debilidades del gui¨®n se dejan ver inmisericordemente a medida que avanza el metraje y la qu¨ªmica, la supuesta atracci¨®n que deber¨ªa establecerse entre SS y SS, por decir algo suave, no termina de funcionar. Con lo cual, como debe sospechar el lector, lo que queda es m¨¢s bien poco: tendencialmente, nada.
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