Clinton se muestra dispuesto a colaborar con un Congreso controlado por los republicanos
Abocado a la realidad de un fuerte avance de la oposici¨®n en las elecciones parlamentarias de hoy en Estados Unidos, el presidente Bill Clinton ha manifestado su disposici¨®n a colaborar con un Congreso controlado por los republicanos. El Partido Republicano tiene una ventaja de siete puntos, seg¨²n las ¨²ltimas encuestas, y est¨¢ en condiciones de obtener mayor¨ªa tanto en el Senado como en la C¨¢mara de Representantes, aunque un repunte de los dem¨®cratas en las ¨²ltimas semanas ha dejado el panorama electoral lleno de incertidumbres, que s¨®lo se despejar¨¢n hoy en las urnas.
Un 51% de los norteamericanos, seg¨²n un sondeo de la cadena de televisi¨®n CNN y el peri¨®dico USA Today, est¨¢ dispuesto a votar republicano, mientras que un 44% se inclina por los dem¨®cratas. Ello casi le garantiza a la oposici¨®n su mejor resultado en elecciones parlamentarias en cuarenta a?os. Pero los comicios est¨¢n tan igualados en tantos Estados que ambos partidos tienen todav¨ªa posibilidades de controlar el Congreso.En el Senado es donde los republicanos est¨¢n m¨¢s cerca de conseguir ese objetivo. Seg¨²n los sondeos, s¨®lo dos o tres esca?os les separan ahora de la mayor¨ªa. Al final puede presentarse, incluso, una situaci¨®n de empate a 50 esca?os, que dar¨ªa al presidente de la C¨¢mara alta, el vicepresidente Al Gore, un poder decisivo para la aprobaci¨®n de las leyes.
En la C¨¢mara de Representantes, las posibilidades de la oposici¨®n son menores. Los pron¨®sticos apuntan a una ganancia republicana del orden de los 35 esca?os, lo que les dar¨ªa su mejor representaci¨®n desde 1959, pero no les permitir¨ªa todav¨ªa alcanzar la mayor¨ªa.
En todo caso se anuncia un Congreso dividido en dos partes id¨¦nticas que va a hacer mucho m¨¢s complicada a¨²n la labor legislativa de la Administraci¨®n. Sobre todo si se tiene en cuenta que muchos de los congresistas dem¨®cratas del Sur suelen tener posiciones pol¨ªticas similares a las de los republicanos y, con frecuencia, votan con ellos.
Clinton conf¨ªa en que todav¨ªa hay tiempo de que el electorado reaccione y ofrezca su respaldo a la pol¨ªtica que el Gobierno ha estado desarrollando en los dos ¨²ltimos a?os, y con ello a los candidatos dem¨®cratas.
"Creo que veremos a los dem¨®cratas manteniendo el control tanto del Senado como de la C¨¢mara de Representantes, porque nos estamos dando cuenta de que las cosas est¨¢n cambiando para mejor y el pueblo norteamericano est¨¢ observando cu¨¢les son nuestras realizaciones", dijo Clinton en una aparici¨®n, el domingo por la noche, en el famoso programa de entrevistas dirigido por Larry King en la CNN.
Clinton a?adi¨® que, no obstante, Ios votantes son los que mandan" y, si deciden elegir un Congreso republicano, ¨¦l estar¨¢ abierto a colaborar con un Parlamento de ese signo. "Yo estoy dispuesto a trabajar con cualquiera que quiera trabajar conmigo. Pero no creo que la gente quiera un regreso al pasado", dijo el presidente.
Clinton declar¨® que no es partidario de un enfrentamiento entre la Casa Blanca y el Capitolio, y que, a menos que se le fuerce a ello, no tiene planes de recurrir a la estrategia del ex presidente Harry Truman, cuando, irritado por un Congreso republicano que, obstru¨ªa todas sus iniciativas, recurri¨® a una campa?a anti-Parlamento que le dio buenos resultados.
Retroceso al reaganismo
Clinton, que ha agotado todos los esfuerzos a su alcance para apoyar a los candidatos dem¨®cratas en las cuatro esquinas del pa¨ªs, considera que una victoria republicana ser¨ªa un retroceso a, la ¨¦poca del reaganismo.
Los votantes, sin embargo, no parecen verlo de la misma manera. Por razones que ni el propio Clinton ni los analistas pol¨ªticos parecen entender, en este pa¨ªs se ha desatado una furia contra los, pol¨ªticos que ocupan cargos p¨²blicos que va a da?ar particularmente a los dem¨®cratas.
Esa reacci¨®n del electorado, suele ser normal en estas elecciones que se celebran justo a la mitad de un mandato presidencial. Pero en esta ocasi¨®n el vuelco parece ser mayor de lo habitual. La imagen de desorganizaci¨®n y de promesas incumplidas que ha dado la Administraci¨®n dem¨®crata durante la mayor parte del tiempo de su gesti¨®n es, en parte, responsable de ese fen¨®meno. La otra parte de responsabilidad hay que atribu¨ªrsela al propio Congreso, al que muchos norteamericanos identifican con los males de la naci¨®n.
Parad¨®jicamente, fueron los republicanos los que bloquearon este a?o en el Congreso dos leyes que pretend¨ªan modificar la forma en que trabaja el ¨®rgano legislativo. Sin embargo, la oposici¨®n supo separarse a tiempo de esas responsabilidades y ha conseguido candidatos que compiten con la bandera del antisistema y la renovaci¨®n moral.
En su campa?a, Clinton ha tratado de dejar claro de qui¨¦n es la culpa de que las cosas no funcionen en Washington como los norteamericanos desean, y ha intentado movilizar el voto dem¨®crata con la misma energ¨ªa que el congresista Newt Gingrich lo ha hecho en el bando republicano.
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