De la nada a la abundancia
Espa?a se siembra de centros de alto rendimiento para los campeones del siglo XXI
A Jos¨¦ Manuel Abascal le echaron de las pistas del INEF, en Madrid, porque no ten¨ªa carn¨¦; a Isaac Viciosa, de las de Valladolid, porque no hab¨ªa pagado las 150 pesetas de entrada. Ambos ya eran suficientemente conocidos -Abascal, medalla en los JJOO de Los ?ngeles-84 y Viciosa, de los Europeos de Helsinki-94-, pero el celo de los respectivos empleados les puso de patitas en la calle. Y, mientras, los CAR (Centro de Alta Rendimiento) floreciendo por toda Espa?a. Son los contrastes del deporte espa?ol. Desde 1992 busca la normalizaci¨®n: no se quieren genios, sino una amplia base de, ¨¦lite. Por medios, que no falte. Al centro insignia de San Cugat, en Barcelona, se une ahora el de Sierra Nevada. Para que ning¨²n deportista espa?ol se tenga que ir a los confines del mundo para entrenarse en altitud. Y este mes se inaugura el del Mar Menor, y el a?o que viene los de Santander y Pontevedra...Ejemplo mundial
De la nada se ha pasado a la abundancia. Un mapa tan completo como el que hay en Espa?a de centros de alto rendimiento no lo hay en ning¨²n otro pa¨ªs. Australia tiene un centro mod¨¦lico en Sydney, pero s¨®lo en esta ciudad; Estados Unidos, en las monta?as de Colorado Springs; en Francia, en Font Romeu, y poco m¨¢s.
En Espa?a, en cambio, hay grandes complejos en Barcelona y Madrid; espec¨ªfico de remo y pirag¨¹ismo, en Sevilla; de vela, en el Mar Menor y pr¨®ximamente en Santander; para los j¨®venes, en Getxo y, a partir de 1995, tambi¨¦n en Pontevedra. ?Que se quieren hacer entrenamientos y concentradones en altura? Pues a Sierra Nevada.
La situaci¨®n es envidiable. Tanto es as¨ª, que la selecci¨®n de f¨²tbol boliviana prepar¨® el Mundial de Estados Unidos en el CAR de San Cugat, las de nataci¨®n de Suecia y Noruega ya han hecho reserva para el de Sierra Nevada, as¨ª como la de Estados Unidos ha mostrado su inter¨¦s por conocer las instalaciones. Y es que nadar, o correr o lo que sea, a 2.320 metros de altitud, con salas anexas a la piscina de electroterapia, musculaci¨®n o de medicina deportiva, no se puede hacer en, muchos m¨¢s sitios del mundo.
"La prioridad del uso de los CAR la tienen los deportistas espa?oles y, entre ¨¦stos, los pertenecientes a los equipos ol¨ªmpicos", explica Pau P¨¦rez, subdirector de Planificaci¨®n del Consejo Superior de Deportes (CSD). Actualmente hay unos 600 deportistas, todos los que forman la ¨¦lite, que tienen acceso a los centros, bien en r¨¦gimen de internado, utilizaci¨®n o de concentraci¨®n.
No todos los campeones utilizan regularmente estas instalaciones. En los ¨²ltimos Europeos de atletismo, de los ocho medallistas espa?oles, s¨®lo uno, Valent¨ªn Masana, es asiduo a entrenarse en el CAR de San Cugat. Los maratonianos se concentraron en Segovia y los fondistas, en, Soria. Hicieron valer la teor¨ªa, admitad¨¢ en el CSD, de que nada como entrenarse all¨ª donde se est¨¦ acostumbrado a hacerlo.
Ferm¨ªn Cacho, antes de los JJOO de Barcelona-92, renunci¨® repetidas veces a la invitaci¨®n de entrenarse en el CAR de San Cugat. Aleg¨® que el cambio de vida perjudicar¨ªa su preparaci¨®n y que ¨¦l s¨®lo necesitaba un masajista y mayores facilidades para realizarse el seguimiento m¨¦dico. Se las concedieron y sin salir de su casa, fue campe¨®n ol¨ªmpico.
Este modelo no paraliz¨® la inversi¨®n puesta en marcha de sembrar Espa?a de CAR. Cacho no lo hab¨ªa necesitado, pero otras muchas disciplinas requieren un perfeccionamiento t¨¦cnico que no se puede conseguir por libre. Desde los a?os 90 el CSD lleva invertidos unos 4.000 millones de pesetas en estos centros de ¨¦lite, cuya gesti¨®n anual supone 366 millones.
La estancia en los CAR cuesta 5.000 pesetas diarias y son las federaciones quienes conceden y pagan las plazas a sus deportistas, a trav¨¦s de la subvenci¨®n estatal. ?sta, a partir de 1995, "no se podr¨¢ emplear para mantener concentraciones en el extranjero, salvo que convenga por el inter¨¦s de la competici¨®n que all¨ª mismo se organice", o para suplir las carencias, que a¨²n las hay, porque los pirag¨¹istas, por ejemplo, si quieren entrenarse en altitud tienen que irse a M¨¦xico", afirma Pau P¨¦rez. "Pero ser¨¢n 'los ¨²nicos casos. Con el dinero del Consejo Superior de Deportes ya no se va a ning¨²n pa¨ªs a concentrarse".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.