El terremoto electoral deja a los dem¨®cratas con pocas plazas en las que celebrar un ¨¦xito
"?Excelsior... Sigamos hacia adelante". Sobreponi¨¦ndose a la derrota, Mario Cuomo, echaba mano del lat¨ªn en la madrugada triste del mi¨¦rcoles para dar ¨¢nimos a sus seguidores. Uno de ellos le grit¨®: "?Mario, ten¨ªas que ser presidente", sin darse cuenta de que ya no era ni siquiera gobemador del Estado de Nueva York. Escenas de alegr¨ªa republicana se produc¨ªan en Tejas y en California, en Illinois y en Tennessee. El consuelo dem¨®crata se refugiaba con Edward Kennedy en Massachusetts, en que se salvaba Florida por los pelos y en la derrota de Oliver North en Virginia.
No han sido unas elecciones, sino un terremoto. Y entre los escombros se perfilaban ayer los grandes vencedores y los grandes derrotados de la jornada del martes.NUEVA YORK
Cae un s¨ªmbolo de la tradici¨®n liberal
El campo de batalla del Estado de Nueva York era especialmente doloroso para el Partido Dem¨®crata: a pesar del respaldo del alcalde republicano Rudolph Giuliani, Mario Cuomo, s¨ªmbolo de la tradici¨®n liberal, ca¨ªa frente al desconocido Georges Pataki, 46% frente al 48%. Los electores de un Estado dem¨®crata de toda la vida escucharon los cantos de sirena de la reducci¨®n brutal de impuestos y de la instauraci¨®n de la pena de muerte y Cuomo cay¨®.
CALIFORNIA
El 'tapado' sigue adelante
En la costa Oeste, las dos grandes batallas pol¨ªticas tuvieron resultado distinto: el gobernador Pete W11son, un posible tapado republicano para las presidenciales de 1996, culmin¨® la recuperaci¨®n iniciada en la campa?a, uni¨® su suerte a la del refer¨¦ndum contra las ayudas p¨²blicas a los emigrantes ilegales y acab¨® ganando holgadamente la batalla a Kathleen Brown, hija de gobernador y hermana de gobernador, que no lament¨® haber jugado a caballo perdedor: "A veces los pol¨ªticos deben mantenerse fieles a lo que creen, aunque eso les suponga abrazar causas impopulares", dijo la distinguida Brown, explicando su postura contra la propuesta que penaliza a lo ilegales.
Tambi¨¦n en California, la guerra de los millones mantuvo el suspense hasta el ¨²ltimo momento: despu¨¦s de que su adversario se precipitara a cantar victoria sin terminar el recuento, la veterana dem¨®crata Diane Feinstein se impuso en la recta final (47% contra 45%) al adinerado Michael Huffington, el hombre de la sonrisa permanente del que se ha escrito que cuando se le mira a los ojos se puede ver la parte posterior de su cabeza. Huffington se ha gastado m¨¢s de 3.000 millones de pesetas en el intento de conseguir un esca?o en el Senado. Al final, se qued¨® sin el esca?o y sin la tercera parte de su fortuna, y a¨²n as¨ª mantuvo la sonrisa.
Tennessee, el Estado del vicepresidente Al Gore, fue el paradigma de la cat¨¢strofe dem¨®crata: era el ¨²nico en que se eleg¨ªan. dos esca?os para el Senado, y los dos fueron a parar al Partido Republicano.
WASHINGTON
Una derrota sin precedentes en 134 a?os
Hacia el norte de Californa, en el Estado de Washington, otro ca¨ªdo hist¨®rico del Partido Dem¨®crata: el veterano Thomas Foley, presidente de la C¨¢mara (le Representantes, quien al final fue derrotado por un pu?ado de votos por su contrincante re]?ublicano. Hac¨ªa 134 a?os que un cargo semejante no perd¨ªa una reelecci¨®n. Un oscuro y joven abogado republicano, George Nethercutt, desalojaba al hombre que ha pasado m¨¢s de 30 anos en el Capitolio, toda una instituci¨®n.
ILLINOIS
Desaparece un supermanipulador
Otra figura emblem¨¢tica dem¨®crata, Dan Rosty Rostenkowski, se dio tambi¨¦n el batacazo: "Esta es la primera vez en mi vida que tengo que reconocer una derrota electoral", admiti¨® en Chicago Rostenkowski, de 66 a?os, gran manipulador en la C¨¢mara de Representantes durante 36 a?os en su calidad de presidente de la comisi¨®n de Recursos y acusado de corrupci¨®n, amiguismo, fraude y todo lo que tenga que ver con los vicios del poder absoluto. Como en el caso anterior, Rosty cay¨® frente a un novato republicano de 31 a?os que no hab¨ªa ni siquiera nacido cuando ¨¦l ya manejaba las palancas del Capitolio.
VIRGINIA
Oliver North da una alegr¨ªa a los dem¨®cratas
Virginia vivi¨® una de las pocas alegr¨ªas de la noche para los dem¨®cratas (y para muchos republicanos): la derrota de Oliver North, protagonista del esc¨¢ndalo Irangate, al que no le sirvi¨® ni su mensaje extremista ni el gasto de 2.500 millones de pesetas para llegar al Senado.
En el Distrito de Columbia, Marion Barry, que perdi¨® la alcald¨ªa hace cuatro a?os y que pas¨® de la -coca¨ªna- y la c¨¢rcel a la redenci¨®n pol¨ªtica, recuper¨® su cargo, pero sin holgura: su oponente, una mujer republicana y blanca, consigui¨® el 42% de los votos, un ¨¦xito asombroso en una ciudad de mayor¨ªa dem¨®crata y negra.
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