Los obispos belgas en contra de la postura del Vaticano sobre la excomuni¨®n a los divorciados vueltos a casar

Los obispos belgas contradicen al Vaticano en cuanto a que los divorciados que se casan deben ser exclu¨ªdos de la eucarist¨ªa, ya que entienden que a ning¨²n cristiano se le puede negar la comuni¨®n. La posici¨®n vaticana se di¨® a conocer este mismo mes en una carta del cardenal Ratzinger dirigida a todos los obispos y aprobada por el Papa. En ¨¦l se prohib¨ªa la comuni¨®n a los cat¨®licos divorciados y casados por lo civil, salvo en el casa extremo de que no puedan separarse por tener hijos del nuevo matrimonio y, siempre a condici¨®n de que se abstengan de mantener relaciones sexuales.Reunidos el pasado martes en conferencia episcopal, los m¨¢ximos representantes de la iglesia cat¨®lica en B¨¦lgica sostuvieron la posici¨®n, ya expresada anteriormente por el cardenal Godfri¨¦d Danneels y sus colegas de Brujas y Gante de que "a ning¨²n cristiano se le puede prohibir la comuni¨®n y los divorciados casados de nuevo deben actuar seg¨²n su conciencia". Los obispos hicieron una clara distinci¨®n entre el principio de indisolubilidad del matrimonio y la pr¨¢ctica pastoral.

El pleno de los obispos reconoci¨® que el documento del Vaticano, aprobado por Juan Pablo II, expresa la doctrina com¨²n de la iglesia cat¨®lica, pero al mismo tiempo defendieron la importancia de la conciencia personal a la hora de discernir. "Un sacerdote no puede negar la comuni¨®n a un fiel, salvo, evidentemente, si est¨¦ ¨²ltimo realiza provocaciones o un esc¨¢ndalo. Que sea soltero, casado, viva en concubinato, o sea un divorciado vuelto a casar, es la conciencia individual lo que prima", mantienen los obispos belgas.

El razonamiento efectuado recientemente por el cardenal Ratzinger en representaci¨®n del Vaticano se apoyaba en que "la Iglesia no puede reconocer como v¨¢lida una nueva uni¨®n si el matrimonio precedente lo era ya. Si los divorciados se casan otra vez civilmente, se encuentran en una situaci¨®n que se opone objetivamente a la ley de Dios". Por este argumento, la jerarqu¨ªa cat¨®lica entend¨ªa que a este tipo de cristianos no se pod¨ªa administrar el sacramento de la comuni¨®n.