"Seguir¨¦ diciendo y escribiendo lo que me dicte mi conciencia"
En el hospital policial de El Cairo, Naguib Mahfuz, de 82 a?os, concedi¨® al corresponsal de Der Spiegel la primera entrevista desde el grave atentado contra su vida, ocurrido el pasado 14 de octubre a las puertas de su domicilio en la capital egipcia. En 1988, Mahfuz se convirti¨® en el ¨²nico novelista ¨¢rabe que ha recibido hasta ahora el Premio Nobel de Literatura. [En Espa?a se acaban de publicar dos novelas: El d¨ªa en que asesinaron al l¨ªder (Libertarias) y Un se?or muy respetable (Plaza & Jan¨¦s)].Pregunta. Ha sido milagroso que sobreviviera usted a un atentado de terroristas isl¨¢micos.
Respuesta. Por favor, no hable usted de terroristas isl¨¢micos; eso da al islam una mala fama injustificada.
P. Pero el criminal que le atac¨® con un cuchillo y sus semejantes se consideran instrumentos de Dios, protectores de la verdadera fe que usted, seg¨²n ellos, ha mancillado.
R. En el Occidente cristiano tambi¨¦n hay asesinos afectados por una locura religiosa, pero nadie habla de terroristas cristianos. El islam y el cristianismo, as¨ª como las dem¨¢s religiones mundiales, se resisten justificadamente a servir de hoja de parra a los criminales.
P. ?No muestra el atentado de forma terrible que el fundamentalismo sigue ganando fuerza en Egipto a pesar de la dura actuaci¨®n de la polic¨ªa y el Ej¨¦rcito?
R. Yo no lo veo as¨ª. El enga?ado joven que me clav¨® su cuchillo en el cuello, igual que los criminales que le inducen a ¨¦l y a sus semejantes a ese tipo de actos sangrientos, intensifican sus acciones m¨¢s bien por desesperaci¨®n. Los terroristas est¨¢n inmensamente decepcionados por no haber logrado ganarse las simpat¨ªas de las masas.
P. ?Por qu¨¦ obtienen poco apoyo los extremistas isl¨¢micos en su pa¨ªs?
R. Los que hacen saltar por los aires a mujeres y ni?os, hacen todav¨ªa m¨¢s pobres a los pobres y aparentan virtud isl¨¢mica a la vez que tratan como esclavas a mujeres y ni?as, no pueden tener ¨¦xito entre nosotros los egipcios. Esos tipos ya se han dado cuenta de que, no pueden ganarse a las masas. Por supuesto, eso les impulsa a una sangrienta resistencia.
P. Pero la inseguridad aumenta, y los turistas extranjeros han vuelto a ser el blanco de los fan¨¢ticos.
R. Un pu?ado de asesinos dispuestos a todo puede hacer da?o en cualquier parte del mundo. Pero en Egipto ya se le ha roto la espina dorsal al terrorismo, porque la poblaci¨®n no sigue su juego y colabora voluntariamente con la polic¨ªa.
P. Los intelectuales egipcios temen que el intento de asesinarle fuera una amenaza abierta contra todos los escritores y periodistas que critican las ideas de los musulmanes radicales. ?Ser¨¢ usted m¨¢s reservado en el futuro?
R. A lo largo de mi vida nunca he cre¨ªdo que mi opini¨®n fuera una mercanc¨ªa con la que se puede regatear. Seguir¨¦ diciendo y escribiendo lo que me dicte mi conciencia. Es exactamente lo mismo que espero de mis colegas escritores y de todos los que tengan la posibilidad de ilustrar al pueblo sobre las aberraciones de los terroristas y los verdaderos valores del islam. Quien se ponga un bozal, quien calle, est¨¢ recompensando al terrorismo.
P. En Argelia, docenas de periodistas e intelectuales han sido asesinados. En ese pa¨ªs, el r¨¦gimen apenas puede defenderse del desaf¨ªo de los islamistas. ?Corre Egipto un peligro similar?
R. No. Argelia es un caso especial. En Egipto, las condiciones hist¨®ricas y culturales son muy distintas.
P. Los extremistas isl¨¢micos le acusan de haberse mofado del islam, por ejemplo en su novela Hijos de nuestro barrio.
R. Quien afirme eso no ha le¨ªdo la obra o es incapaz de entenderla.
P. Pero la cr¨ªtica fue tan fuerte que la novela fue prohibida en Egipto. Ahora, la prensa gubernamental y los peri¨®dicos de oposici¨®n compiten entre s¨ª por publicarla por entregas. ?Fue el atentado contra su vida una se?al para reforzar la lucha contra el terrorismo de tinte isl¨¢mico tambi¨¦n en el nivel intelectual?
R. Los malentendidos sobre el libro se desvanecieron en el aire. Cuanto m¨¢s inicuas resulten las acciones de los terroristas, m¨¢s decididamente reaccionar¨¢n el Estado y la sociedad.
P. ?Qui¨¦nes son los inductores que planean los atentados contra usted y otros musulmanes liberales, y contra los turistas?
R. Los que incuban cosas tan vergonzosas y utilizan para su ejecuci¨®n a j¨®venes adoctrinados quieren debilitar a Egipto y crear un caos en nuestro pa¨ªs. A los que est¨¢n detr¨¢s de ello les molesta el papel positivo que desempe?a Egipto en Oriente Pr¨®ximo y en el mundo ¨¢rabe, nuestra pol¨ªtica de paz y nuestra civilizaci¨®n abierta al mundo.
P. ?Cu¨¢nto durar¨¢ todav¨ªa la lucha contra los fan¨¢ticos?
R. Puede que algunos grupos peque?os sigan haciendo de las suyas durante mucho tiempo. Pero, a pesar de los atentados individuales espectaculares, ya se le ve el final al terrorismo. Por mucho que ladren los perros, la caravana seguir¨¢ su camino.
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