Bibliotecacas

El Ayuntamiento de Madrid no tiene el menor inter¨¦s en el mantenimiento de una digna red de bibliotecas municipales.D¨ªas atr¨¢s, los usuarios de estos centros nos quedamos de piedra al leer que el presupuesto para la adquisici¨®n de libros hab¨ªa disminuido en un 88,1% desde 1989. Veintitr¨¦s bibliotecas han de repartirse este a?o la miseria de 19 millones de pesetas; ni para empezar.

La falta de suministro econ¨®mico no es, sin embargo, lo m¨¢s grave; lo peor es la falta de voluntad, de inter¨¦s, de respeto qu¨¦ el gobierno municipal profesa por los centros en s¨ª y por los miles de. usuarios. Esta desidia a la que aludo se ve tristemente reflejada en el cierre de la biblioteca de Carabanchel (inaugurada por Tierno en 1981). Despu¨¦s del verano, a traici¨®n, de la noche a la ma?ana, estas instalaciones amanecieron cerradas "hasta nueva orden". Los 5.700 usuarios de Carabanchel se han quedado sin el derecho de acceder a la cultura en su barrio. El motivo de semejante desatino, por puro disparatado, mueve a la indignaci¨®n: falta de personal. El Ayuntamiento de Madrid no tiene una persona para abrir una biblioteca en la que los estudiantes hac¨ªan colas para entrar.

?Qu¨¦ entiende el Ayuntamiento de Madrid por cultura? ?Qu¨¦ biblioteca, centro cultural o museo ser¨¢ el siguiente en ser condenado?-