Justicia divina
El campe¨®n. Fue el primero en fallar, pero se ha proclamado campe¨®n. Atac¨® desde el primer momento, pero no parec¨ªa en condiciones de conseguir una ventaja c¨®moda. Aunque su propio error le ha dado el t¨ªtulo, se lo merec¨ªa con creces. Ha sido el mejor a lo largo de la temporada. El derrotado. Iba de v¨ªctima y al final s¨®lo la mala suerte y su precipitaci¨®n le han quitado el t¨ªtulo. Pero estaba haciendo una gran carrera y su presi¨®n forz¨® el accidente de Schumacher. El campeonato habr¨ªa sido suyo si hubiera esperado una curva m¨¢s para adelantar.
El accidente. Bien por una p¨¦rdida de concentraci¨®n o por un problema mec¨¢nico, Schumacher, que no consegu¨ªa dejar atr¨¢s a Hill, se sale de la pista. Su maniobra, al impedir el adelantamiento de Hill, no parece intencionada. M¨¢s bien una reacci¨®n instintiva para mantener su posici¨®n.
Los equipos. Aguantaron la presi¨®n mejor que los pilotos. Hicieron unos respostajes mod¨¦licos, sobre todo teniendo en cuenta lo que se jugaban y no fueron responsables de los abandonos. Incluso los nombres de Williams impusieron la raz¨®n al no dejar seguir a Hill, que habr¨ªa regresado a la pista con el tirante de la suspensi¨®n doblado, lo que supon¨ªa un grave riesgo de accidente.
Demasiado coraz¨®n. El de Mansell. Fue el protagonista de la otra pel¨ªcula. A pesar de sus excesos se hizo con la victoria y demostr¨® que la F¨®rmula 1 gan¨® mucho con ¨¦l. Se pas¨® de frenada al adelantar a Barrichello, despu¨¦s hizo lo mismo con Hakkinen, y al final un fallo de Berger recompens¨® su ardor. Il Leone ruge de nuevo y le dar¨¢ marcha a Schumacher el a?o que viene.
La an¨¦cdota. Dos j¨®venes cachorros, Schumacher y Hill, se disputaban el t¨ªtulo mientras dos viejas glorias, Mansell y Berger, luchaban por la victoria. Los fallos de todos ellos dejaron el relevo generacional en tablas.
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