El peligro de los toros desconcert¨® a Julio Aparicio

El encierro de Huichapan result¨® un fiasco por la fiereza descompuesta y el sdntido que desarroll¨® durante la lidia. En estas circunstancias, la afici¨®n observ6 la maestr¨ªa de Mariano Ramos, la verg¨¹enza torera de Humberto Flores y el desconcierto e inseguridad que mostr¨® Julio Aparicio.Le toc¨® en primer lugar a Julio Aparicio un burel picardeado que se le acost¨® al instrumentar una chicuelina. Durante el trasteo el bicho le segu¨ªa avisando que se le colar¨ªa. Ante esta situaci¨®n, el sevillano perdi¨® el aplomo y su labor fue sobre piernas y con demasiada precauci¨®n, por lo que el oponente se adue?¨® de los terrenos del diestro. Como no intent¨® lidiar -que era lo aconsejable-, la afici¨®n se incomod¨® y empezaron las protestas.

Pero lo grave vino con el quinto, andar¨ªn y pegajoso, que. ocasion¨® que Aparicio inexplicablemente se confundiera y brot¨® el p¨¢nico. Como su trabajo, fue, sin plan, con trapazos y zapatillando, surgi¨® la bronca en los tendidos y el ruedo, , se lleno de cojines. Es cierto que sus reses eran contraestilo pero nunca debi¨® perder la compostura y dar un petardo.

Mariano Ramos lance¨® con suavidad al toro que abri¨® plaza y lo llev¨® con limpieza al caballo. Ante un astado reserv¨®n que carec¨ªa de fuerza, el diestro de La Viga. mostr¨® esa "dif¨ªcil facilidad" que caracteriza su toreo" logrando meter al bicho al trapo rojo. Lig¨® series por la derecha con imaginaci¨®n y exquisitez en trazo. Al cuarto, prob¨®n, gazap¨®n y ¨¢spero, lo sujet¨® batallando mucho.

Humberto Flores recibi¨® al cero con ce?idas ver¨®nicas y lo trompicado, pero el capote oportuno de Mariano Ramos lo salv¨® del percance. Luego, con agallas se luci¨® en un vistoso y art¨ªstico quite, de su creaci¨®n ante un burel aplomado pero con recorrido busc¨® la belleza pl¨¢stica en su toreo al instrumentar tandas de largos y templados derechazos.

Tras aguantar y lancear al que cerro plaza, el diestro de Ocotlan Jalisco busc¨® desesperadamente el triunfo. Al dar un paje de pecho el ejemplar se le col¨® y el artista vol¨® por los aires como pelele. A¨²n estando herido continu¨® su tarea hasta despachar al corn¨²peta. Paso a ola enfermer¨ªa, donde fue intervenido de cornada en la pierna izquierda, con dos trayectorias.