Atenci¨®n a Belgrado
La anunciada presencia ayer en Belgrado del l¨ªder serbio de la Krajina, Milan Martic, junto al presidente Milosevic y al plenipotenciario de la ONU, Yasushi Akashi, muestra hasta qu¨¦ punto es explosiva la congelada situaci¨®n de Croacia, donde los ultranacionalistas serbios que controlan un tercio del territorio atacan Bihac con sus correligionarios bosnios. Porque lo que suceda en Krajina inflama m¨¢s Bosnia, la diplomacia occidental muestra tanto inter¨¦s en mantener el di¨¢logo entre Zagreb y los rebeldes de Knin, a pesar de que ¨¦stos acaban de rechazar un plan croata para reabrir las comunicaciones entre ambos territorios. Los serbios de Croacia saben que el tiempo trabaja contra ellos y se sienten pasajeros en el mismo barco que los de Bosnia. Como ellos, huyen hacia adelante.A Slobodan Milosevic, factotum de la guerra en la antigua Yugoslavia, los acontecimientos le han obligado a variar el rumbo. Tanto Martic en la Krajina, como Karadzic en Bosnia, est¨¢n condenados por el presidente serbio, un corredor de fondo que busca ahora un arreglo entre Zagreb y Knin que le permita concentrarse en Bosnia. Milosevic, que niega desde agosto el pan y la sal a los serbobosnios para quitarse d¨¦ encima las sanciones internacionales que le asfixian -el dinar, puesto este a?o en paridad con el marco alem¨¢n en un audaz plan de estabilizaci¨®n, vuelve a tambalearse- no puede permitirse dos frentes exteriores abiertos. Para dar el paso decisivo, su reconocimiento de Croacia, necesita pisar antes firmemente.
Es muy importante lo que suceda en Bihac, donde los serbios contin¨²an ganando terreno -a pesar del castigo a¨¦reo de la OTAN- a un V Ej¨¦rcito bosnio que comi¨® m¨¢s de lo que pod¨ªa digerir penetrando 30 kil¨®metros en el enclave musulm¨¢n. Si Biliac cae, Sarajevo pierde un corredor de comunicaciones y una zona que separa otras de Bosnia y Croacia controladas por los serbios. A Zagreb le ser¨ªa m¨¢s dif¨ªcil restablecer la autoridad sobre su territorio. De ah¨ª el nerviosismo de Izetbegovic y de Franjo Tudjman y sus rearmados generales.
La aviaci¨®n serbocroata carece de poder real y sus raids sobre Bihac han sido planeados para desatar, como as¨ª ha sido, la respuesta aliada. Con ello se alimenta el victimismo nacionalista, se aguijonea a la opini¨®n p¨²blica serbia y se encabrita a los militares de Belgrado. Pale y Knin, en definitiva, intentan segar la yerba bajo los pies del traidor Milosevic, cuyo principal portavoz, el peri¨®dico Politika, condenaba ayer con dureza los ataques de los ultranacionalistas serbios contra Bihac.
Milosevic tiene problemas con sus militares a causa de los serbios de Bosnia, y lleva meses desembaraz¨¢ndose de los que simpatizan con Karadzic. El m¨¢s notable de ellos, el jefe de Estado Mayor, general Momcilo Perisic, sigue en su puesto, pese a que se le daba por dimitido en septiembre, tras pedir un 100% de aumento de sueldo para su gente y obtener el 30%. Perisic es ¨ªntimo amigo de Ratko MIadic, comandante en jefe serbobosnio y personaje clave en la evoluci¨®n de los acontecimientos.
Ir¨®nicamente, y por todo ello, los aliados occidentales ayudan en lo que pueden al ex apestado Milosevic, quiz¨¢ ahora su ¨²nica pieza para alterar la situaci¨®n en Bosnia. Por ejemplo, con su exquisito ataque del lunes al aer¨®dromo serbocroata de Udbina, donde casi 40 cazabombarderos high tech de la OTAN dejaron intactos la torre de control y una docena de aviones. Estas acciones, como las quir¨²rgicas de ayer contra lanzamisiles serbios cerca de Bihac, pretenden no s¨®lo minimizar represalias contra los cascos azules, 30.000 rehenes virtuales, sino mantener con ox¨ªgeno al. converso presidente serbio.
El jefe de los cascos azules en Bosnia ha explicado la inevitable esquizofrenia de las acciones armadas aliadas (OTAN arriba, ONU abajo): "el bombardeo es el ¨²ltimo resorte", dice el general Rose, "porque entonces se bruza la l¨ªnea Mogadiscio". "Si alguien quiere hacer aqu¨ª la guerra en base a consideraciones morales y pol¨ªticas, excelente, pero con nosotros fuera
"Atacar un tanque es pacificaci¨®n, pero atacar infraestructura o puestos de mando y control log¨ªstico es la guerra. Y no estoy aqu¨ª para hacer una guerra con tanques pintados de blanco".
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