El futuro de Argelia
EN UNA situaci¨®n de tan dif¨ªcil salida como la de Argelia, cualquier avance hacia una soluci¨®n pac¨ªfica debe ser apoyado por evidentes que sean sus limita ciones. Ser¨ªa, por ello, un error subestimar el alcance de la reuni¨®n que han celebrado estos d¨ªas en Roma algunos de los principales l¨ªderes pol¨ªticos de ese pais. A diferencia de lo ocurrido en las reuniones convocadas por el Gobierno y el presidente Zerual -a las que no asistieron los verdaderos dirigentes pol¨ªticos-, en el Trast¨¦vere de Roma han estado presentes desde el secretario getieral del Frente de Liberaci¨®n Nacional (FLN), partido ¨²nico durante 30 a?os, hasta los principales l¨ªderes del Frente Isl¨¢mico de Salvaci¨®n (FIS) residentes en el extranjero y con capacidad, por tanto, para desplazarse. Asistieron tambi¨¦n el antiguo presidente Ben Bella (en nombre del partido que le sigue siendo fiel), y sobre todo Ait Ahmed, el l¨ªder del Frente de las Fuerzas Socialistas, la organizaci¨®n m¨¢s cercana a la izquierda europea y que tiene adem¨¢s una base social particularmente influyente en Kabilia.La comunidad cat¨®lica de San Egidio -que ya ha ofrecido plataformas de di¨¢logo a grupos africanos enzarzados en luchas armadas- se ha apuntado un importante ¨¦xito con la reuni¨®n del martes. Si bien no ha desembocado en, resoluciones concretas (que nadie esperaba), ha dado lugar a un acontecimiento pol¨ªtico que tendr¨¢ que pesar en el futuro: por un lado, el FIS se ha declarado favorable al principio del pluralismo y de la alternancia, ha condenado las acciones terroristas contra civiles inocentes, ancianos, ni?os y mujeres, y ha reiterado su apoyo a la negociaci¨®n bajo dos condiciones: que los presos sean liberados y que el FIS recupere su legalidad. Por otra parte, las fuerzas pol¨ªticas argelinas no isl¨¢micas, desde el FLN hasta el Frente de Fuerzas Socialistas (FFS), han aceptado negociar con el FIS las condiciones para el retorno a la normalidad y la instauraci¨®n de la democracia.
?Por qu¨¦ ha sido posible la reuni¨®n de Roma mientras los esfuerzos del Gobierno en ese sentido han fracasado? Parece claro que la causa esencial reside precisamente en la presencia del FIS. Hoy toda persona sensata sabe que sin el FIS no hay salida negociada a la crisis argelina. En cambio, con el FIS es posible aislar a los elementos fan¨¢ticamente partidarios de la violencia y abrir v¨ªas para un avance pol¨ªtico. Pero el presidente Zerual, a pesar de sus palabras, no ha mostrado en la pr¨¢ctica una disposici¨®n a negociar en serio con el FIS. Y detr¨¢s de Zerual, general retirado, son los militares los que mandan de verdad. ?stos tienen que convencerse de que es necesario que el FIS est¨¦ en la negociaci¨®n.
A partir de la reuni¨®n de Roma cabe esperar que los Gobiernos europeos, interesados en el retorno de la paz a Argelia, busquen la forma de estimular ese proceso iniciado hacia una negociaci¨®n, con acciones diplom¨¢ticas y tambi¨¦n con declaraciones p¨²blicas de apoyo al proceso de di¨¢logo.
Por otra parte, la actitud absurda del Gobierno argelino ante la reuni¨®n de Roma tendr¨¢ que modificarse. La condena se vuelve contra el propio Gobierno, al presentarle como enemigo de la negociaci¨®n. El argumento que ha esgrimido de que los temas de Argelia no se pueden tratar en el extranjero ignora realidades obvias: el di¨¢logo jud¨ªo-palestino se inici¨® en Noruega; en Zambia, el de los dos bandos de la guerra civil de Angola. El general Zerual no puede ignorar el peso pol¨ªtico de las fuerzas que se han reunido en el Trast¨¦vere. Esa reuni¨®n no ha resuelto nada, pero facilita y condiciona el camino de los que quieran de verdad acabar con la crisis argelina por v¨ªas de negociaci¨®n.
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