Fuertes cr¨ªticas al intento de prohibir informar sobre sumarios

Alain Marsaud, un oscuro diputado del ala m¨¢s derechista del gaullismo, ex juez de instrucci¨®n y pr¨®ximo al ministro del Interior, Charles Pasqua, ha conseguido hacerse c¨¦lebre en una sola noche. Exactamente en la noche del lunes al martes, cuando en un hemiciclo casi desierto, con s¨®lo 10 diputados presentes, col¨® una enmienda que, de entrar en vigor, prohibir¨ªa informar sobre las investigaciones judiciales.Los medios de comunicaci¨®n podr¨ªan verse privados de la secci¨®n de sucesos, y en las secciones pol¨ªticas no cabr¨ªa otra cosa que las noticias oficiales. Los periodistas y la mayor¨ªa de los abogados han expresado su oposici¨®n. La pol¨¦mica sobre la enmienda Marsaud arrecia por momentos.
El texto de la enmienda es breve y directo: "Toda informaci¨®n relativa a una persona que, sea objeto de una investigaci¨®n o una instrucci¨®n judicial no puede hacerse p¨²blica sin su consentimiento, hasta que se hagan oficiales los t¨¦rminos de la acusaci¨®n". De estar ya en vigor, la prensa no podr¨ªa explicar porqu¨¦ el ex ministro Alain Carignon est¨¢ en prisi¨®n preventiva, ni por qu¨¦ dimitieron los ex ministros G¨¦rard Longuet y Michel Roussin.
El Senado tendr¨¢ que pronunciarse hacia mediados de diciembre. Las opiniones expresadas por los senadores hacen suponer que la enmienda tiene pocas posibilidades de supervivencia, ya que existe pr¨¢ctica unanimidad en condenarla por brutal e irreflexiva.
"La cuesti¨®n es muy complicada porque afecta a todo el funcionamiento de la justicia: de un lado, el secreto de instrucci¨®n y el derecho a la presunci¨®n de inocencia; de otro lado, el dogma absoluto de la libertad de prensa. Si hay que cambiar algo, no puede hacerse por la v¨ªa de una peque?a enmienda incidental", opin¨® el senador centrista Charles Jolibois.
En los medios de comunicaci¨®n se teme, sin embargo, que el esp¨ªritu de la enmienda sobreviva, aunque ¨¦sta sea rechazada en su redacci¨®n actual, y que la clase pol¨ªtica imponga el silencio sobre los cada vez m¨¢s numerosos casos de corrupci¨®n.
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