La cafe¨ªna crea adicci¨®n
Por primera vez, unos investigadores estadounidenses han confirmado la extendida creencia de que algunas personas son adictas a la cafe¨ªna igual que otras lo son a los cigarrillos, el alcohol o las drogas intravenosas.Los adictos a la cafe¨ªna pueden tratar de abandonar su h¨¢bito de consumo de caf¨¦, t¨¦ o refrescos de cola, pero normalmente no lo consiguen, incluso aunque su salud est¨¦ amenazada.
El estudio sobre la dependencia de la cafe¨ªna aparece en el n¨²mero del pasado mi¨¦rcoles de The Journal of the American Medical Association. La investigaci¨®n, patrocinada por el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas, fue realizada por los doctores Roland Griffiths y Eric Strain en la Universidad de Baltimore.
El doctor Richard M. Glass, vicedirector de la revista, afirma que el estudio "es importante porque el consumo de cafe¨ªna es muy amplio, y la investigaci¨®n indica que algunas personas son dependientes de la cafe¨ªna". Pero a?ade: "Me preocupa que la industria tabaquera trate de utilizar el estudio para trivializar el concepto de adicci¨®n a la nicotina. Si el caf¨¦ y los tigretones pueden ser adictivos, ?por qu¨¦ preocuparse por los cigarrillos?".
Los investigadores tambi¨¦n han subrayado que no hay que malinterpretar el hallazgo y quitar importancia a los peligros del consumo de tabaco, alcohol y drogas ilegales. El abuso del alcohol causa 100.000 muertes al a?o en EE UU, y el consumo de tabaco est¨¢ implicado en otras 400.000 muertes prematuras. En comparaci¨®n, afirman los cient¨ªficos, la cafe¨ªna es extremadamente benigna.
"La cafe¨ªna es la droga psicotr¨®pica de uso m¨¢s generalizado en el mundo", dice Griffiths. La gente la consume de muchas formas, como caf¨¦, t¨¦, refrescos gaseosos, hierba mate, nueces de cola o pastillas para mantenerse despierto mientras se conduce.
Dos tazas diarias
En EE UU, seg¨²n Griffiths, m¨¢s del 80% de los adultos consume cafe¨ªna, unos 280 miligramos diarios en promedio, algo m¨¢s de lo que contienen unas dos tazas de caf¨¦. En la mayor¨ªa de las personas, dice Griffiths, esa cantidad de cafe¨ªna produce un efecto positivo suave, que incluye una sensaci¨®n de bienestar y atenci¨®n aumentada. Dosis m¨¢s elevadas pueden producir ansiedad y nerviosismo, pero esos efectos negativos no constituyen en s¨ª mismos un riesgo grave para la salud, seg¨²n Griffiths.Para medir la adicci¨®n, los investigadores utilizaron la definici¨®n de la Asociaci¨®n Psiqui¨¢trica Estadounidense de "drogodependencia". Utilizaron cuatro criterios: s¨ªndrome de abstinencia, desarrollo de tolerancia a los efectos con el paso del tiempo, utilizaci¨®n de la sustancia a pesar del agravamiento de problemas m¨¦dicos o mentales, y repetidos intentos fallidos de dejar el consumo. Para que una persona sea f¨ªsica y psicol¨®gicamente adicta a la cafe¨ªna, Griffiths afirma que debe cumplir los cuatro criterios.
Copyright: Nature.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.