El Milan desciende a la normalidad
El V¨¦lez gana la Copa Intercontinental ante un equipo en baja forma
Algunos partidos se escriben con letra peque?a, aunque la ocasi¨®n pida un f¨²tbol grande. En Tokio s¨®lo qued¨® un apunte a pie de p¨¢gina: el ciclo del Milan se acaba. Todav¨ªa tiene recursos y buenos jugadores, pero su tendencia es declinante. As¨ª lo exigen las leyes del f¨²tbol: llegaron el Real Madrid, el Santos, el Ajax y el Liverpool. Todos tuvieron la corona y todos la abandonaron alguna vez, cuando sus mejores jugadores pagaron el precio de la edad y los sustitutos no alcanzaron la categor¨ªa de sus predecesores. Naturalmente les qued¨® la grandeza institucional y la promesa del regreso a la cumbre. El Milan comienza a ofrecer todos los s¨ªntomas del declive, o del retorno a la normalidad. Ha perdido su car¨¢cter dominante. Es vulnerable.El V¨¦lez Sarsfield, un equipo sin demasiada tradici¨®n y sin jugadores notables, le quit¨® la Copa Intercontinental. Le bast¨® una cualidad intr¨ªnseca en los conjuntos argentinos: oficio, eso que permite sobrevivir a cualquier adversidad y agarrar los partidos en el momento justo.
Pasado el meridiano del primer tiempo, se apreci¨® que el encuentro iba a pasar por tres fases. El Milan arrogante, el equilibrio posterior y el lento viraje hacia el lado argentino. La secuencia se concret¨® en el resultado. Cuando el Milan quiso buscar algo en su equipaje para desbaratar la firmeza del V¨¦lez, no encontr¨® nada. Es decir, pareci¨® un conjunto plano, superficial. Por ese lado, se advierte la diferencia con el pasado. Antes ten¨ªa una baraja de ases bajo la manga. El Milan te ganaba de cincuenta formas diferentes. Ahora s¨®lo tiene el orden, y no es suficiente.
El Milan fue absolutamente predecible en todo lo que hizo. La alternativa de Savicevic estuvo cerrada por su deficiente estado f¨ªsico. S¨®lo Donadoni traspasaba la l¨ªnea del funcionario y se convert¨ªa en futbolista. Busc¨®, regate¨® y tuvo contra las cuerdas a Trotta, el lateral derecho del V¨¦lez. Pero la chispa de Donadoni fue insuficiente. El V¨¦lez se guard¨® en su campo, impacient¨® al Milan y se consagr¨® con dos goles las ¨²nicas oportunidades que tuvo. Fueron dos errores -un penalti innecesario y un mal pase aprovechado con mucha picard¨ªa por Asad- del equipo italiano. Suele ocurrir contra adversarios como el V¨¦lez Sarsfield. Se requiere un nivel de concentraci¨®n muy elevado, y el Milan no lo tuvo.
Sin embargo, el resultado no decreta la inferioridad del Milan. Fue mejor que eI V¨¦lez en, todos los aspectos: llev¨® la direcci¨®n del partido, tuvo la pelota, consigui¨® m¨¢s oportunidades en el ¨¢rea y siempre estuvo uno o dos puntos por encima de los argentinos. El Milan amenaz¨®, pero no dio. Ha abandonad¨® lo extraordinario para acercarse a la normalidad.
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