Una batalla perdida

Quiero referirme al art¨ªculo que public¨® Ernesto Ekaizer anteayer en EL PA¨ªS. Es notorio que Ekaizer, desde hace a?os, es el escritor m¨¢s cr¨ªtico con la conducta de mi cliente don Javier de la Rosa. Pero, aun cuando no es mi costumbre contestar lo que se publica, he queridoPasa a la p¨¢gina siguiente

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hacer una excepci¨®n; y. ello con dos fines. El primero para felicitarle, ya que su informaci¨®n de que la Audiencia de Barcelona va a decidir la libertad con fianza de mi cliente es verdaderamente algo noticioso y, no por deseado, no deja de causar satisfacci¨®n el que un profesional de su talla sepa lo que van a decidir unos magistrados que a¨²n no se han reunido para estudiar este tema. Estamos a¨²n en la fase procesal de recabar informe del ministerio fiscal.

Y tambi¨¦n me mueve a contestarle mi deseo de aclararle su referencia a la expresi¨®n de que la puesta en libertad con fianza "no ser¨ªa ninguna gran victoria" para m¨ª. Aquellos profesionales del derecho que entendemos que la prisi¨®n est¨¢ pasada, instituida y organizada para cumplir penas la creemos aberrante para quienes est¨¢n all¨ª de forma provisional y no cumpliendo una condena. Por ello, no ya una victoria, sino al contrario, es un gran desastre para cualquier abogado cuando a su cliente un juez de instrucci¨®n le decreta la prisi¨®n provisional. La prisi¨®n s¨®lo debiera acordarla para cumplir penas el juez de lo Penal o la Audiencia, tras la sentencia.

Sin embargo, la ley establece la posibilidad, evidentemente excepcional, de que el juez de Instrucci¨®n acuerde dicha medida cautelar. Y tiene este car¨¢cter de excepcional porque nuestra Constituci¨®n defiende la libertad como uno de los grandes valores de la que ella es salvaguarda, de la misma forma que describe la prisi¨®n como medida tendente a la reinserci¨®n. ?sta lo es S¨®lo para condenados. Condenados por la justicia. No por los medios de comunicaci¨®n. Mientras, todo el que est¨¢ a¨²n sujeto a un proceso pendiente de juicio es jur¨ªdicamente inocente.

Sirvan, pues, estas l¨ªneas para dejar constancia de que el hecho de que se acordara hace casi 50 d¨ªas la prisi¨®n provisional de mi cliente fue para m¨ª una batalla perdida.- Abogado.