De nuevo, un correcto delirio
Volvi¨® el espect¨¢culo que se disfraza de m¨²sica para llenar con su reclamo de luces, sonido y f¨¢ciles canciones la noche m¨¢s esperada para una mayor¨ªa que se acerca de a?o en a?o a un concierto. Roxette es el d¨²o sueco formado por la pulcra cantante Marie Friedrikson y el impoluto guitarrista Per Gessle, pero estos dos m¨²sicos s¨®lo son la varita de un montador de trucos al que no se ve por el escenario; quiz¨¢ por esto, como si de magia potagia se tratase, el d¨²o abarrot¨® su primera noche de concierto, ampliado al s¨¢bado por razones obvias de necesidad con un p¨²blico que se ha volcado en sus ¨ªdolos. La frialdad intr¨ªnseca que el Palacio de Deportes ofrece como escenario se resquebraj¨® con el calor y el apasionamiento que esperaba a una banda que viene a ser como la gallina de los huevos de oro para el negocio musical.Los componentes de Roxette son fieles trabajadores en pos del mejor resultado de su propuesta; perfectos profesionales que saben ofrecer lo que se les pide con la mayor calidad posible. Debe de ser por esto que la repetici¨®n de esquemas no supone problemas para ellos si la aceptaci¨®n es de tama?a magnitud: un nuevo concierto que apenas dist¨® de los anteriormente ofrecidos en Espa?a.
Roxette
Per Gessle (guitarra y voz), Marie Friedrikson (voz y teclados), Belle Alsing (bater¨ªa), Anders Herrlin (bajo), Jonas Isacsson (guitarra), Mikael Nord Andersson (guitarra), Clarence Ojwerman (teclados), Mats Persson (bater¨ªa y percusi¨®n).Entradas: 3.200 y 4.200 pesetas. 10.000 personas. Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid. Madrid, 2 de diciembre.
La ¨²nica sorpresa que de ellos cab¨ªa esperar era comprobar cu¨¢l ser¨ªa el nuevo dise?o de escenario preparado para la presentaci¨®n de su ¨²ltimo trabajo, Crash, boom, band, algo, por cierto, muy alejado de lo puramente musical. Esta vez la sencillez del montaje, con cientos de luces y un sonido casi perfecto en la imperfecci¨®n ac¨²stica del recinto, fue la nota dominante. Las canciones se suced¨ªan con el arropo de dos bater¨ªas que despuntaron como lo m¨¢s atractivo de la noche, dos guitarras, dos teclados y pocas variaciones m¨¢s para tal potencial instrumental.
Deseado espejismo
Marie Friedrikson recorri¨® con su voz, que no admite descanso ni fallo, los temas m¨¢s coreados de su discograf¨ªa, a los que el p¨²blico se sumaba en sus. estribillos preparados para tal efecto. Per Gessle es un m¨²sico al que se le descubre una pasi¨®n que en algunos momentos de sus conciertos choca con el academicismo con el que se idea y se monta un espect¨¢culo de estas caracter¨ªsticas, aunque al fin termine perfectamente integrado y s¨®lo sea un deseado espejismo.Sleeping in my car, Crash, boom, band, It must have been love, Joyride, So you wanna be a rock and roll star, fueron parte de los m¨¢s de veinte temas que interpretaron. Sin duda, Roxette es generoso con su p¨²blico y no escatim¨® nada que fuera agradable para ellos, as¨ª que durante casi dos horas de concierto ofrecieron todo lo que pueden dar suficiente e incluso de sobra para lo que se espera de su m¨²sica.
Babelia
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