Defensa del Mulhac¨¦n
Desde hace algo m¨¢s de dos meses se est¨¢ organizando en Granada un movimiento ciudadano espont¨¢neo. De esos que huelen bien.Se trata de defender la cumbre del Mulhac¨¦n (como es sabido, emplazado en el centro del parque natural de Sierra Nevada y, en cierto modo, emblem¨¢tico para esta ciudad) de la colocaci¨®n de una instalaci¨®n militar con ¨¢nimo de vigilar para la OTAN el Estrecho y el norte de ?frica.
Todo empez¨® cuando varios grupos de aficionados a la monta?a se llevaron la desagradable sorpresa de comprobar, al llegar, a los 3.400 metros, que all¨ª ol¨ªa a gasolina, hab¨ªa excavadoras y tubos como si de una de tantas obras semiabandonadas se tratara.
Sigui¨® una serie de ment¨ªs e informaciones contradictorias por parte de los pol¨ªticos locales y auton¨®micos hasta que, finalmente, el propio Ministerio de Defensa, en una lac¨®nica nota, aseguraba que en ello iba la defensa de la naci¨®n y que ser¨ªan altamente escrupulosos con el impacto medioambiental que la instalaci¨®n pudiera causar.
Dado que nuestros representantes en lugares decisivos no parecen servimos para esta defensa, ya que, aunque confiesan estar "horrorizados" por la idea, se pliegan ante los designios de Madrid sin plantear, que sepamos, la m¨¢s m¨ªnima negociaci¨®n o alternativa, comienza, como digo, a agruparse un cierto colectivo de ciudadanos, monta?eros, ecologistas, etc¨¦tera, que no acaban de creerse varias cosas.
1. Que la OTAN pueda imponer a una naci¨®n miembro la ubicaci¨®n en su territorio de una instalaci¨®n militar de cualquier tipo.
2. Que la ¨²nica alternativa para nuestra seguridad sea colocarla en el techo de Espa?a. Hemos presentado de hecho otros posibles lugares, como la sierra de L¨²jar.
3. Que la intenci¨®n del Ministerio de Defensa sea suficiente para preservar el espacio natural de Sierra Nevada. Basta el sentido com¨²n para que este argumento no resista la m¨¢s m¨ªnima argumentaci¨®n en contra.
4. Que este atentado contra todos los que amamos la naturaleza no tenga un hueco en ning¨²n diario nacional, tan entretenidos como est¨¢n con los trajines de los cocineros y fontaneros de la cosa. Esto es, con los affaires de nuestros gobernantes y familias.-
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