La sorpresa Delors
La decisi¨®n de Jacques Chirac de no presentarse a las elecciones para la presidencia de Francia ha sido acogida con gran decepci¨®n por los socialistas, que esperaban hacer de la no segura pero s¨ª probable victoria en las presidenciales el inicio de la recuperaci¨®n de la iz quierda tras el desastre de las legislativas. Los sondeos daban a Delors ganador tanto frente a Chirac como frente a Balladur. En la reciente cumbre de Essen, los principales gobernantes europeos confiaban en la pr¨®xima presencia en tre ellos de un Delors convertido en presidente de Francia.Delors ha invocado razones personales y pol¨ªticas. Las primeras son plenamente entendibles: su edad, 69 a?os, m¨¢s las presiones familiares; impl¨ªcitamente, el deseo de no cortar la carrera de una hija que despunta como la dirigente m¨¢s respetda en el Partido Socialista. Las razones pol¨ªticas son mas discutibles, pero dignas de ser escuchadas.
En la Francia de hoy habr¨ªa sido un presidente con un Parlamento y un Gobierno de centro-derecha. Una convocatoria adelantada de elecciones legislativas dif¨ªcilmente cambiar¨ªa las cosas: en las recientes elecciones europeas, el partido Socialista se qued¨® en 14.5% de los votos. Por mucho qe la elecci¨®n de Delors galvanizase al electorado de izquierda, una mayor¨ªa en la que apoyar su presidencia ser¨ªa improbable. Y no es Delors un hombre capaz de moverse en filo tan estrecho. Ten¨ªa que escoger entre defraudar ahora a muchos franceses que conf¨ªan en ¨¦l o asumir una presidencia condenada a sembrar m¨¢s graves decepciones ma?ana.
La simpat¨ªa de que goza,en un momento de desprestigio casi general de la clase politica, se debe en parte a su car¨¢cter escasamente pol¨ªtico. Para lo bueno y para lo malo. Nunca o casi nunca ha concurrido a elecciones, apenas ha entrado en batallas partidistas o pol¨¦micas de pol¨ªtica menuda. No parece alguien capaz de arriesgar su prestigio en las peleas que que habr¨ªa tenido que disputar desde una presidencia en precario. Pero si ello es as¨ª debi¨® haberlo dicho desde el principio, sin dejar que las cosas llegasen tan lejos. Ahora deja a los suyos en la peor de las situaciones.
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