Orientaci¨®n para ciegos v¨ªa sat¨¦lite
Gracias a una nueva tecnolog¨ªa, los ciegos podr¨¢n caminar confiadamente por ciudades desconocidas guiados por instrucciones recibidas desde los sat¨¦lites. El sistema, desarrollado en EE UU y en Alemania, se basa en un ordenador colocado dentro de una mochila y una antena que recibe las se?ales de los sat¨¦lites del Sistema Global de Posici¨®n (GPS, siglas en ingl¨¦s).Reginald Golledge, un profesor ciego de la Universidad de California en Santa B¨¢rbara (UCSB), es uno de los pocos privilegiados que han probado un prototipo del sistema.
?l ha paseado por el campus de la universidad guiado por instrucciones precisas de un sintetizador parlante conectado a su mochila-ordenador de 13 kilos de peso.
"Aqu¨ª, la biblioteca" llegaba a sus o¨ªdos desde una direcci¨®n; "aqu¨ª, un banco", desde otra. Siguiendo una ruta programada, Golledge fue guiado de un lugar a otro por el ordenador y el sistema de orientaci¨®n v¨ªa sat¨¦lite. "Esto abre el mundo entero a los ciegos", dice Golledge.
De momento, la empresa Arkenstone Incorporated, especializada en tecnolog¨ªa para ciegos, piensa introducir en EE UU, en 1995, un callejero parlante para ordenadores personales que los ciegos podr¨¢n utilizar con una grabadora. El usuario teclea los destinos y el programa transcribe a un casete la descripci¨®n de la ruta.
En tiempo real
Pero el uso de datos de sat¨¦lites para orientar en tiempo real a los ciegos. queda todav¨ªa lejos. El presidente de Arkenstone, Jim Fruchterman, predice con optimismo que un equipo como el prototipo de California podr¨¢ estar listo a finales de 1995. Pero el otro promotor del prototipo, Jack Loomis, de la UCSB, no quiere suscitar falsas esperanzas. "Todav¨ªa queda mucho por investigar", dice. "Ciertamente, el sistema ser¨¢ m¨¢s peque?o, lo bastante reducido como para caber en una bolsa de cintura, pero pueden pasar 10 a?os antes de que est¨¦ listo para el mercado".La se?al ac¨²stica de los cascos sigue siendo problem¨¢tica, a?ade Loomis. "Queremos crear un ambiente ac¨²stico total, pero no es f¨¢cil hacer que las instrucciones parezcan venir de la direcci¨®n apropiada". Los especialistas est¨¢n estudiando cuestiones como cu¨¢ntos objetos parlantes puede tolerar a un mismo tiempo una persona y si los objetos deber¨ªan dictar su posici¨®n en distancias (biblioteca, 30 metros) o en ¨¢ngulos (biblioteca, 30 grados a la izquierda), o en ambos.
El mayor obst¨¢culo para los investigadores, dice Loomis, es aumentar la precisi¨®n de los datos, del sat¨¦lite. El Ej¨¦rcito estadounidense s¨®lo permite que se transmitan datos con una exactitud de 100 metros, explica. Para alcanzar la precisi¨®n deseada de un metro, la posici¨®n del portador de la mochila debe ser comprobada constantemente compar¨¢ndola con una red de se?ales de radio locales. Pero estas se?ales no existen todav¨ªa.
En Europa
J¨¹rgen Bornschein, cuya firma, Pappnineier AG -en Schwerte (Alemania)-, est¨¢ desarrollando un equipo similar, cree que su empresa tendr¨¢ un prototipo para el mercado europeo a finales de 1996, como pronto.Los mapas digitales de ciudades alemanas ya est¨¢n disponibles, dice Bornstein, pero puede que los datos de los sat¨¦lites GPS no sean suficientes para guiar a un ciego. Espera que otro sistema v¨ªa sat¨¦lite que proporciona datos posicionales, el Globus, pal¨ªe el problema. Calcula que el dispositivo costar¨ªa entre 8.000 y 10.000 marcos (de 670.000 a 840.000 pesetas) en el mercado.
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