El santero de la Uni¨®n Europea
Tem¨ªa yo que Jacques Santer no fuera a ser un buen presidente de la Comisi¨®n y sus palabras, justo antes de ocupar su cargo, confirman mis premoniciones. En materia de Uni¨®n Europea (UE), los democristianos son siempre peligrosos: ya que no pueden unirnos en una sola Iglesia quieren fundirnos en una sola Federaci¨®n. En una reciente entrevista a EL PA?S, expresa Jacques Santer las ideas dirigistas del gris bur¨®crata que ha sido toda su vida. Con sus anteojos pol¨ªticos, percibe el mercado econ¨®mico como un campo de batalla entre grandes poderes, donde el juego consiste en "afrontar los grandes desaf¨ªos econ¨®micos con los grandes bloques, como los EE UU".Uniformizador sobre todo, condiciona la apertura hacia el Este y el Sur a la imposici¨®n del "acervo comunitario" a todos los miembros nuevos, y si pudiera, tambi¨¦n al Magreb. Penetrado de solidaridad, cree que "los fondos estructurales y de cohesi¨®n" permitir¨¢n colocar los pa¨ªses del sur en el mismo nivel de prosperidad que los de Centroeuropa. Est¨¢ y estar¨¢ en contra, dice, "de que la ampliaci¨®n al Este diluya las instituciones comunitarias y convierta a la Europa comunitaria en una mera zona de librecambio"
S¨¦ que las ideas de Santer son las de muchos de mis lectores. Por ello expreso mi oposici¨®n con toda la claridad posible, para despertarles del sue?o dogm¨¢tico en un Estado federal europeo al estilo de los Estados Unidos de Am¨¦rica. Me insurjo contra esos proyectos europ¨®filos, por el da?o que pueden causar a Europa.
Adolece de miop¨ªa pol¨ªtica quien entienda la competencia econ¨®mica como una guerra entre Estados, entre grupos de presi¨®n, entre multinacionales. Los pol¨ªticos, intentan poner puertas al campo de la competencia econ¨®mica con el ejercicio de sus ilusorios poderes. Pueden fastidiarnos la vida aumentando nuestros costes de producci¨®n y los precios de lo que compramos, pero al final acaban siendo derrota dos por la anarqu¨ªa del mercado.
La econom¨ªa es el reino de la destrucci¨®n creadora, es el palenque en el que prevalece David contra Goliat. Si Santer tuviera raz¨®n, las econom¨ªas centralizadas habr¨ªan derrotado al capitalismo, Pegaso ser¨ªa la reina de las carreteras espa?olas, e IBM no se ver¨ªa hablando de t¨² a t¨² con Microsoft.
La Uni¨®n Europea ha gozado de amplios poderes para crear el Mercado ?nico y abrir las econom¨ªas de todos sus Estados miembros a la competencia: gracias a la CE se ha impuesto o impondr¨¢ la libertad en los movimientos de mercanc¨ªas, personas y capitales, la oferta de servicios profesionales, las telecomunicaciones, los transportes a¨¦reos, la energ¨ªa. Eso es mucho m¨¢s que un ¨¢rea de librecambio, noci¨®n que no implica m¨¢s libertad que la de comercio.
Ahora que estas metas est¨¢n al alcance de la mano, podemos pensar en reducir otra vez los poderes de la Comunidad, porque est¨¢ empezando a abusar de ellos, para mal de los m¨¢s pobres y desvalidos: por ejemplo, imponiendo una Carta Social que favorece a los sindicatos a costa de los parados; o manteniendo la Pol¨ªtica Agr¨ªcola Com¨²n, en da?o de los consumidores pobres, que gastan m¨¢s de la mitad de sus ingresos en alimentos artificialmente caros; o concediendo ayudas estructurales a zonas industriales deprimidas de Madrid y Catalu?a..
En la ¨²ltima reuni¨®n de la Comisi¨®n Trilalteral, que tuvo lugar en Viena, habl¨® un representante de los sindicatos checos, quien por cierto hablaba a la perfecci¨®n el espa?ol de su madre espa?ola, exiliada con motivo de nuestra guerra civil. Una frase me llam¨® la atenci¨®n en su discurso: afirm¨® que la r¨¢pida y exitosa recuperaci¨®n econ¨®mica de la Rep¨²blica Checa despu¨¦s de la ca¨ªda del comunismo se deb¨ªa a que no hab¨ªan recibido ayudas gratuitas.
El ejemplo de Asturias debe hacernos sospechar que nada hay tan peligroso como abundantes apoyos p¨²blicos. En un punto acierta plenamente Santer y no ser¨¦ yo quien le escatime elogios. Proclama que est¨¢ muy comprometido con la Uni¨®n Monetaria, "pues, contra lo que algunos creen, es un proyecto pol¨ªtico". En efecto, no hay razones de tipo econ¨®mico para imponer la Uni¨®n Monetaria: su finalidad principal es crear una nueva soberan¨ªa por la puerta de atr¨¢s del Banco Central Europeo.
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