La salida del laberinto pol¨ªtico esta en manos del presidente Scalfaro
La verdadera partida pol¨ªtica italiana comienza ahora, tras la dimisi¨®n de Silvio, Berlusconi, y el presidente de la Rep¨²blica, Oscar Luigi Scalfaro, es quien reparte las cartas y fija unas reglas del juego bien distintas a las aludidas por el primer ministro en sus llamamientos a celebrar manifestaciones callejeras. "No vivimos en un r¨¦gimen de democracia directa, sino representativa", record¨® Scalfaro el mi¨¦rcoles, mientras Berlusconi apelaba en el Parlamento a la soberan¨ªa popular y se atribu¨ªa, en contra de lo que dice la Constituci¨®n, la ¨²ltima palabra sobre el fin de la legislatura.
"Un desastre de discurso", dec¨ªan ayer los peri¨®dicos italianos que fue el comentario del jefe de Estado al discurso pronunciado la v¨ªspera por Berlusconi ante la C¨¢mara. La frase ilumina las tensiones que se pueden desatar cuando Scalfaro comience a barajar las opciones que se le ofrecen, a partir de hoy mismo, en los contactos con los ex presidentes a¨²n vivos de la Rep¨²blica -Giovanni Leone y Francesco Cossiga- y con los presidentes de las dos c¨¢maras y de los grupos parlamentarios durante la pr¨®xima semana.Las posibilidades que tiene Scalfaro son te¨®ricamente tres, y en la pr¨¢ctica dos. La primera, es la de encontrar una mayor¨ªa alternativa a la disuelta. Ser¨ªa la expresi¨®n m¨¢xima de la traici¨®n que denuncian Berlusconi y la Alianza Nacional (AN) y se concretar¨ªa en un Gobierno que uniera a la Liga Norte, al Partido Popular Italiano (PPI) y al Partido Democr¨¢tico de la Izquierda (PDS). La soluci¨®n es descartable, porque estos mismos partidos, tal vez con la excepci¨®n del l¨ªder de la Liga, Umberto Bossi, son reacios a ponerla en pr¨¢ctica. Adem¨¢s, grupos de centro cuyos votos ser¨ªan imprescindibles, como el que se aglutina en torno a Mario Segni, la rechazan; y la operaci¨®n requerir¨ªa sumar votos insumables como los del PPI y los de Refundaci¨®n Comunista, partido ¨¦ste que prefiere las elecciones inmediatas.
Las dos soluciones m¨¢s viables, un Gobierno en minor¨ªa o un Gobierno institucional en el que no participar¨ªan directamente los partidos, llevan impl¨ªcitas un car¨¢cter de transitoriedad que anuncia el retorno a las urnas, pero con diferencias importantes. El Gobierno en minor¨ªa es la soluci¨®n de AN , Forza Italia, Y que van a volcar toda su capacidad de presi¨®n para que se vote inmediatamente, con las normas vigentes, y para mantenerse en el Gabinete hasta la nueva cita electoral. Fini ha sugerido ya, incluso, la fecha del 26 de marzo.
Esa hip¨®tesis es considerada peligrosa por el PDS y el PPI, que dicen que un voto inmediato dividir¨ªa al pa¨ªs no en torno a dos programas sino a dos fuerzas que se deslegitiman y que en la pr¨¢ctica hablan de dos constituciones.
Estos partidos, como tambi¨¦n la Liga, sostienen, adem¨¢s, que antes de volver a votar es preciso efectuar tres reformas: introducir el sistema mayoritario a doble vuelta para que no se repita la dispersi¨®n del voto que ha dado lugar a los actuales problemas de mayor¨ªa; reformar el sistema televisivo que permite que Berlusconi compita electoralmente con sus tres cadenas, y fijar unas normas claras para separar los intereses econ¨®micos personales de los candidatos a pol¨ªticos.
Los veh¨ªculos de estas reformas ser¨ªan un Gobierno institucional apoyado en una mayor¨ªa parlamentaria amplia, integrado por t¨¦cnicos y dirigido por un independiente -se ha hablado de Cossiga; del presidente del Senado, Carlo Scognamiglio; del comisario europeo Mario Monti y de otros- nombrado por el presidente de la Rep¨²blica.
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