La 'Lolita' de Nabokov lega a la ¨®pera
Rostrop¨®vich dirige en Estocolmo la obra compuesta por el ruso Schedrin
Si la publicaci¨®n en Par¨ªs, en 1959, de la primera edici¨®n de la novela Lolita, del escritor ruso VIad¨ªmir Nabokov, fue acompa?ada del esc¨¢ndalo, no puede decirse lo mismo del estreno mundial de la ¨®pera basada en la novela, que tuvo lugar en Estocolmo la semana pasada. Dos compatriotas del autor de la novela, el m¨²sico Mstislvav Rostrop¨®vich y el compositor Rodion Schedrin, arroparon la puesta en escena de la obra. Las cr¨ªticas han coincidido en que Rostrop¨®vich le insufl¨® a la obra una fuerza de la que carece la partitura de Schedrin.
Los cambios operados en las costumbres y valores y la oferta diaria de los medios de comunicaci¨®n a trav¨¦s de los cuales han ido cayendo tab¨²es de la conducta humana, han adormecido al menos la capacidad de reacci¨®n frente a algunos de esos tab¨²es. No obstante, ante el estreno de la ¨®pera Lolita s¨ª ha habido en Suecia una reacci¨®n de prestigiosas organizaciones defensoras de la ni?ez cuestionando la conveniencia de rescatar y embellecer un texto que gira centralmente sobre una pasi¨®n desenfrenada de un hombre mayor que constituye una agresi¨®n sexual a una ni?a.En momentos en que estos temas son centro de un debate en Suecia, organizaciones como Socorro Infantil y la Asociaci¨®n Nacional para el Derecho de los Ni?os en la Sociedad consideraron inadecuada su puesta en escena, al margen de justificaciones art¨ªsticas.
La participaci¨®n en la empresa de dos figuras cumbres de la m¨²sica contempor¨¢nea, el director Rostrop¨®vich y el compositor Rodion Schedrin, ambos compatriotas del autor de la novela, le dio al estreno de Estocolmo una expectaci¨®n especial. Seg¨²n la cr¨ªtica, la batuta de Rostrop¨®vich le insufl¨® a la obra una fuerza de la que carece la partitura compuesta por Schedrin. La figura de la soprano Lisa Gustafsson en el papel de Lolita es brillante, y junto con la del bar¨ªtono Per-Arne Wahlgren en el del obsesivo Humbert, conformaron un espect¨¢culo que, sin haber merecido elogios desmesurados, contiene momentos brillantes.
Un viejo sue?o
Lolita es la tercera ¨®pera del m¨²sico ruso Schedrin, y, seg¨²n ha declarado, la idea de realizarla era un viejo sue?o que le persegu¨ªa desde los a?os sesenta, cuando ley¨®, la primera traducci¨®n de la novela al ruso, hecha por el mismo Nabokov, que por entonces circul¨® clandestinamente en la ex Uni¨®n Sovi¨¦tica. "Inmediatamente me di cuenta", dice Schedrin, de que era un tema magn¨ªfico para una ¨®pera. Fue ¨¦l quien pidi¨® la colaboraci¨®n a Rostrop¨®vich para que dirigiera la orquesta, ya que, aparte del genio musical de ¨¦ste, exist¨ªa una vieja relaci¨®n entre ambos en los comienzos de su carrera, cuando viv¨ªan en el mismo barrio de Mosc¨².El texto sobre el cual Schedrin compuso la m¨²sica est¨¢ en sueco y pertenece a Lasse Zilliacus y la direcci¨®n es de Anna Margret y Pettersson. Seg¨²n el m¨²sico, respet¨® escrupulosamente el texto sueco, pues lo consider¨® excelente. No es la primera vez que Schedrin trabaja en Suecia. Anteriormente lo hizo en la ¨®pera de Gotemburgo con un ballet basado en una novela de Ch¨¦Jov y desde siempre ha elogiado la calidad y el estilo de trabajo de los suecos.
Los cr¨ªticos sostienen que1a m¨²sica de Lolita resulta demasiado est¨¢tica y que la duraci¨®n de la obra es excesiva, y resaltan la escena final como musicalmente brillante, lo que atribuyen al genio de Rostrop¨®vich. Tambi¨¦n es elogiada la escenograf¨ªa de John Conclin por su fantas¨ªa y adecuada interpretaci¨®n del esp¨ªritu de la obra.
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