Los secuestradores argelinos quer¨ªan estrellar el avi¨®n contra el centro de Par¨ªs, segun Pasqua

Charles Pasqua, ministro del Interior franc¨¦s, asegur¨® ayer, en una rueda de prensa, que los cuatro miembros del comando del Grupo Isl¨¢mico Armado (GIA) que secuestraron el pasado s¨¢bado el Airb¨²s 300 de Air France que cubr¨ªa la l¨ªnea Par¨ªs-Argel, ten¨ªan como objetivo "una operaci¨®n suicida en Par¨ªs" consistente en estrellar el aparato, con todos sus ocupantes, contra el centro de la capital. Para corroborar esa hip¨®tesis, que le ha sido confirmada supuestamente por fuentes argelinas, Pasqua se refiri¨® a los 30 cartuchos de dinamita que los terroristas hab¨ªan colocado en el interior del avi¨®n.

Antes de que llegase la noticia del asesinato, en Tizi Uzu, de tres misioneros franceses y otro de origen belga -en lo que Parec¨ªa aplicaci¨®n de la l¨®gica siniestra del ojo por ojo, diente por diente-, ya que los cuatro sacerdotes valen lo que los cuatro piratas del aire-, las autoridades de Par¨ªs ya confirmaban su voluntad de suspender indefinidamente las comunicaciones a¨¦reas y mar¨ªtimas con Argelia. El Ministerio de Transportes, sin embargo, autoriz¨® la reanudaci¨®n del transporte mar¨ªtimo de carga.Alain Jupp¨¦, titular de Asuntos Exteriores, y Bernard Bosson, responsable de Transportes, reclamaron un replanteamiento de las medidas de seguridad vigentes hasta ahora. "S¨®lo cuando la seguridad depende de nosotros en un cien por cien, podemos garantizarla", dijeron.

La exigencia, referida a las instalaciones del aeropuerto Huari Bumedian de Argel, es de dif¨ªcil concreci¨®n y pone en evidencia la desconfianza de Par¨ªs respecto a Argel, que no parece capaz de evitar que hombres armados embarquen en aviones de Air France ni de evitar que, desde septiembre de 1993, ya hayan sido asesinados 25 ciudadanos franceses.

Durante la crisis provocada por el secuestro, Alain Jupp¨¦ y el primer ministro, ?douard Balladur, expresaron abiertamente sus diferencias respecto a los puntos de vista defendidos por el presidente argelino, Liamin Zerual, y el primer ministro, Mokdad Sifi. Par¨ªs considera que el actual Gobierno del pa¨ªs magreb¨ª es incapaz de poner fin a la guerra civil. Jupp¨¦ se refiri¨® a la nula voluntad democr¨¢tica de un poder que "no admite las reglas que exigen que cuando uno pierde unas elecciones lo que debe hacer es retirarse". El Gobierno franc¨¦s quiere aprovechar su ¨¦xito policial para transformarlo en presi¨®n pol¨ªtica y forzar al di¨¢logo a militares argelinos e islamistas moderados.

La decisi¨®n de ordenar que el avi¨®n despegase de Argel rumbo a Marsella equivale, seg¨²n un art¨ªculo publicado en Le Monde, a constatar que "la guerra de Argelia atraviesa el Mediterr¨¢neo". Para el GIA, que denuncia la colaboraci¨®n militar aportada por Francia a Argelia, ¨¦sa es una buena noticia, ya que confirma la implicaci¨®n de la antigua potencia colonial en los destinos de una naci¨®n independiente.

El GIA no ha hablado en cambio de los miles de millones de francos de ayuda econ¨®mica aportados al Gobierno argelino por las potencias occidentales. Francia ha sido el principal proveedor de una suma que, s¨®lo en 1994, alcanza los 38.000 millones de francos, (alrededor de un bill¨®n de pesetas).

La actitud francesa hab¨ªa sido hasta ahora la de ayudar sin pedir nada a cambio, excepto medidas econ¨®micas en l¨ªnea con las preconizadas por el Fondo Monetario Internacional. La soluci¨®n del secuestro del aerob¨²s coloca a Par¨ªs en posici¨®n de fuerza porque debilita al Gobierno argelino, pero tambi¨¦n obliga a los franceses a afrontar nuevas responsabilidades.

Los d¨ªas de Navidad y San Esteban han servido tambi¨¦n para acrecentar la imagen presidencial de Balladur, que ha recibido la abierta felicitaci¨®n de Fran?ois Mitterrand. Su firmeza a la hora de asumir la direcci¨®n de las operaciones ha sorprendido. El primer ministro ha relegado al anciano presidente a la situaci¨®n de hombre "informado", pero ¨¦l y Charles Pasqua, que ayer acudieron a Marsella a visitar a los heridos en el asalto, han asumido todo el poder.

La pareja o t¨¢ndem Balladur-Pasqua parece configurarse como un gran equipo de cara a las presidenciales de mayo, y su ¨¦xito ante los terroristas del GIA les aporta un capital de popularidad suplementario. Desde los tiempos de De Gaulle, nunca la situaci¨®n en Argelia hab¨ªa influido tanto en la pol¨ªtica interna francesa.