El barco del miedo

Ning¨²n espa?ol a bordo. Ning¨²n europeo. Ning¨²n occidental. Pasadas las ocho de la tarde del 31 de diciembre, parti¨® desde el puerto de Alicante el transbordador que semanalmente une la pen¨ªnsula Ib¨¦rica con Or¨¢n, en Argelia. El pasaje estaba integrado por 475 personas -un 63% de la capacidad del buque-, de las que 470 eran argelinos que realizaron el d¨ªa anterior la traves¨ªa en sentido inverso para comprar mantas, zapatos y alfombras, productos de cuya venta sacar¨¢n ping¨¹es beneficios en los zocos callejeros.Los otros cinco pasajeros eran representantes del Frente Polisario encargados de custodiar los 115 veh¨ªculos y 800 toneladas de ayuda humanitaria espa?ola para el pueblo saharaui.

El servicio mar¨ªtimo que mantiene con periodicidad semanal la naviera argelina Enterprise Nationale de Transport Maritime de Voyageurs, considerado uno de los baremos de confianza internacional con Argelia, padece hoy el encubierto estado de guerra civil por el que atraviesa el pa¨ªs norteafricano. Sus buques ya no son utilizados por los empresarios espa?oles que, hace apenas un a?o, viajaban con asiduidad para comerciar. Si en un principio esos comerciantes hac¨ªan o¨ªdos sordos a las amenazas integristas, hoy atienden sin rechistar las recomendaciones del Gobierno y prefieren quedarse en casa antes que exponerse a un atentado. Las noticias de los repetidos asesinatos de extranjeros aconsejan prudencia. Han ca¨ªdo muchos ya. Antonio Mu?oz, gerente de la consignataria del servicio, la compa?¨ªa Romeu & Compa?¨ªa, lo dej¨® el s¨¢bado bien claro: "Hace tiempo que no viaja con nosotros un occidental".

El transbordador de turno, bautizado Tassili, tiene una capacidad de 750 pasajeros, pero el s¨¢bado zarp¨® de Alicante con s¨®lo 475 personas a bordo. La suspensi¨®n temporal de vuelos con Argelia por parte de la compa?¨ªa a¨¦rea espa?ola Viva Air -filial de Iberia- por motivos de seguridad, no ha reflejado por ahora un aumento en la demanda de plazas mar¨ªtimas.

Abdul ha cubierto la traves¨ªa Or¨¢n-Alicante-Or¨¢n nada menos que en 10 ocasiones durante el a?o pasado. Tampoco se identifica de forma fiable, se limita a comentar que vive "por el norte" de Argelia y se niega en rotundo a que le fotograf¨ªen. "Yo viajo hasta Alicante para comprar alfombras y mantas, productos con los que en Argelia consigo beneficios para mantener a mi familia", dice receloso y siempre vigilando al fot¨®grafo. Parece que le van bien las cosas, porque esa actividad le permite contratar hasta porteadores, que acarrean con las enormes sacas desde el muelle hasta el barco, y una vez en su interior vigilan la mercanc¨ªa hasta el desembarque. ?Integrism¨®? ?Fundamentalismo? ?Terrorismo? "?De qu¨¦ me habla usted", responde a la gallega este mercader. "La prensa occidental exagera demasiado y no quiero seguir hablando".