Parque Juan Carlos I
Soy un jubilado del madrile?o barrio de Corralejos, Barajas, y me acerco hasta su diario con la intenci¨®n de hacer una propuesta doblemente beneficiosa.El pasado 1 de noviembre apareci¨® un art¨ªculo en este peri¨®dico que hablaba sobre los problemas del parque Juan Carlos I, que cuenta con unos presupuestos de 800 millones de pesetas. Raquel Ruiz -directora t¨¦cnica- y Pablo Poblaci¨®n -gerrente- nos hablaban con mucho ¨¦nfasis de sus problemas con la sombra, cuando ¨¦se, a mi juicio, no es el principal problema que debe abordar su labor. El problema est¨¢ en el d¨¦ficit de 150 millones s¨®lo este a?o. El fallo est¨¢ en el dinero que se gasta sin continuidad. Me explico: se han plantado 13.000 ¨¢rboles, un 24% de olivos (3.160). ?Cu¨¢ndo? ?No ser¨¢ que se han hecho desaparecer un 24% de los olivos que antes hab¨ªa? Y otros, peor a¨²n, los han trasplantado sin echarles una gota de agua.
Otra parte del parque ha sido desprovista de sus ancianos olivos para construir un campo de golf. Deber¨ªan saber ya que las plantas tienen para su trasplante una ¨¦poca propicia y no se atienen a la fecha de obras, por mucho que alg¨²n despachista se empe?e. Tambi¨¦n pudimos ver este verano como algunos ¨¢rboles se tostaban al sol mesetario, mientras las vistosas praderas de c¨¦sped dejaban caer a bocanadas el agua de los sobrantes. Entre tanto plantar, trasplantar, monte y desmonte, es seguro que ah¨ª es donde se ha ido la cifra de su d¨¦ficit de este a?o.
Por todo este tema de las plantas, y mayormente por la frase de la se?ora Ruiz de "estudiar propuestas" (sic) para la creaci¨®n de nuevas zonas de recreo, aqu¨ª va la m¨ªa: se trata de la creaci¨®n de talleres eminentemente pr¨¢cticos de jardiner¨ªa, alba?iler¨ªa y carpinter¨ªa para los jubilados, cuya obra est¨¦ totalmente dedicada a ser ¨²til dentro de este parque. Bancos, parterres, papeleras, rosaledas, arriates, fuentes, alg¨²n palacete... todo lo que un parque necesita, pero mucho m¨¢s elaborado y cuidado que en la mayor¨ªa de los parques. Adem¨¢s, manufacturado por una fuerza productiva de primera magnitud y con una experiencia inigualable, los jubilados. Todo a cambio de entretenimiento y tal vez una plaquita con nuestro nombre junto a la obra, nosotros ya nos conformamos con poco.
Se despide el que le gustar¨ªa ser un socio de los primeros de este club de ancianos del futuro.-
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