Desacato y pol¨ªtica

SI EL fiscal general aplicase a todos los pol¨ªticos en activo el criterio que le ha llevado a abrir diligencias por las declaraciones del ex ministro, Barrionuevo sobre el juez Garz¨®n, no dar¨ªa abasto. Esta misma semana se ha hecho p¨²blica una sentencia de un juzgado de San Sebasti¨¢n seg¨²n la cual llamar "mat¨®n y fascista" al consejero vasco de Interior, Juan Mar¨ªa Atutxa, no es delito, dado que entra "dentro del derecho a la critica pol¨ªtica" y porque se considera que no fue una expresi¨®n proferida "con ¨¢nimo de injuriar". Si ¨¦se es el criterio, no se entiende que pueda considerarse delictivo que un diputado en ejercicio acuse de parcialidad a un juez (y ex diputado).Por supuesto que Barrionuevo ha desbarrado abundantemente estos ¨²ltimos d¨ªas. Y por ello le hemos criticado. Tambi¨¦n lo han hecho los jueces en t¨¦rminos muy duros. Ser¨ªa lamentable que el fiscal general actuara bajo la presi¨®n de la magistratura, convertida en este caso en juez y parte. Tanto derecho tienen periodistas y jueces a criticar al pol¨ªtico Barrionuevo como ¨¦ste a criticarlos a ellos. El salto de la libertad de expresi¨®n al desacato cuando los criticados, pertenecen al poder judicial es un residuo lamentable de la legislaci¨®n predemocr¨¢tica.

Barrionuevo es, adem¨¢s, un diputado: alguien cuya libertad de expresi¨®n est¨¢ especialmente protegida. Si Barrionuevo ha incurrido en desacato (injurias, calumnias, insultos o amenazas contra autoridades, seg¨²n el C¨®digo Penal), no hay semana en que no incurran en ese delito algunos de los m¨¢s populares portavoces parlamentarios. Basta para comprobarlo un mero repaso a las declaraciones que publican los peri¨®dicos.Confiamos en que el fiscal general no decida extender a todos el principio aplicado a Barrionuevo. Por eso, sin compartir las opiniones vertidas por el ex ministro, defendemos su derecho a expresarlas y, desde luego, rechazamos cualquier respuesta por la v¨ªa penal.