La tercera guerra de Argelia

( ... ) Todos nosotros somos en alguna medida hijos del divorcio entre Francia y Argelia. ( ... ) Toda guerra de ocupaci¨®n es tambi¨¦n una guerra civil, y la conquista de Argelia (...)se apoy¨® en una parte de la poblaci¨®n frente a la otra. ( ... )La posguerra deja tantas cicatrices como la propia guerra. En Argel, y despu¨¦s de 30 a?os, el discurso oficial sigue siendo decididamente antifranc¨¦s. En Par¨ªs, y despu¨¦s de 30 a?os, la opini¨®n p¨²blica es refractaria a la realidad de un pa¨ªs que nos "ech¨® fuera". ( ... ) Pero, quer¨¢moslo o no, estamos implicados. La guerra no es ya contra nuestro ej¨¦rcito o contra nuestros colonos; se trata de una guerra contra la, civilizaci¨®n occidental dominante, que va de Nueva York a Mosc¨² pasando por Par¨ªs. (....).

El Gobierno argelino parece incapaz de garantizar la protecci¨®n de nuestros compatriotas. O se van inmediatamente todos los franceses o participamos en su protecci¨®n. ( ... ) Dej¨¦monos de matices y de medias tintas. No ayudamos al poder argelino lo bastante como para asegurar su victoria militar ( ... ), pero s¨ª lo suficiente como para ser atacados por sus enemigos. ( ... )

Las Naciones Unidas, la OTAN y Europa han ido m¨¢s all¨¢ del l¨ªmite de la hipocres¨ªa y de la ineficacia en varios asuntos, entre ellos el de Bosnia. Que se despierten antes de que sea demasiado tarde en Argelia.

5 de enero