Espa?a deja de ser un pa¨ªs de tr¨¢nsito para los inmigrantes y se convierte en un destino estable
S¨®lo el 20% de los emigrantes planea volver a su pa¨ªs de origen, seg¨²n Asuntos Sociales
Espa?a ha dejado de ser un pa¨ªs de tr¨¢nsito para los emigrantes del Tercer Mundo. S¨®lo uno de cada cinco trabajadores extranjeros legalizados piensa volver a su pa¨ªs de origen. Adem¨¢s, mientras se mantengan las condiciones de pobreza e inestabilidad pol¨ªtica, econ¨®mica y demogr¨¢fica en el Tercer Mundo, "el cierre de fronteras [de Europa] es te¨®rica y pr¨¢cticamente imposible". Son conclusiones del Ministerio de Asuntos Sociales, reflejadas en su Plan de Integraci¨®n Social delos Inmigrantes para prevenir la marginaci¨®n y los brotes xenof¨®bicos. Sin embargo las organizaciones de emigrantes consideran que la iniciativa ser¨¢ papel mojado mientras persistan las trabas a su seguridad jur¨ªdica y el bloqueo de Exteriores a los visados.
No hay alternativa. O se neutralizan las condiciones de precariedad que alimentan la marginaci¨®n y exclusi¨®n social del colectivo de emigrantes se acentuar¨¢n los riesgos de xenofobia y racismo "con sus secuelas de conflicto y enfrentamiento social", concluye el plan de integraci¨®n de Asuntos Sociales, aprobado en Consejo de Ministros en diciembre. En ¨¦l se establecen unas directrices que incluyen programas educativos, de ayuda al acceso a la vivienda, cobertura sanitaria para el inmigrante y movilizaci¨®n social contra el racismo. Un documento a a?adir este 1995, que ha sido declarado A?o de la Tolerancia por la Unesco.Las asociaciones de emigrantes coinciden plenamente con la argumentaci¨®n de este plan, pero discrepan sobre la falta de concreci¨®n a la hora de considerar puntos mucho m¨¢s vitales para ellos, como son las trabas burocr¨¢ticas a las que se enfrentan a la hora de legalizar su estancia, "Si no se solucionan estos puntos, el plan corre el riesgo de quedar en papel mojado", asegura Hamid Beyuki, dirigente de la organizaci¨®n de emigrantes marroqu¨ªes ATIME. Apunta que la "confusi¨®n y descoordinaci¨®n" que rodea los tr¨¢mites de los inmigrantes tiene un claro ejemplo en la reciente decisi¨®n del Ministerio de Exteriores de bloquear la expedici¨®n de visados para los trabajadores del cupo de 20.600 ofertas de trabajo para inmigrantes que el Consejo de Ministros hab¨ªa aprobado para este a?o. Una iniciativa que ha puesto en pie de guerra a las asociaciones como ATIME.
El programa de Asuntos Sociales ha sido acogido con cierto escepticismo por las organizaciones de emigrantes. "El plan es bueno, pero sus intenciones se contradicen con sus propios planteamientos de salida, al centrarse s¨®lo en los emigrantes documentados y obviar la bolsa de los 300.000 ilegales a los que la Administraci¨®n se niega a dar soluci¨®n alguna", afirma Antonio Freijo, responsable de la organizaci¨®n de ayuda para emigrantes y refugiados africanos Karib¨².
Los datos recogidos por Asuntos Sociales demuestran que se ha desmoronado el t¨®pico que presentaba a Espa?a como un mero pa¨ªs de tr¨¢nsito para los emigrantes del llamado Tercer Mundo. El 91% de los casi 130.0000 trabajadores extranjeros que fueron legalizados con el proceso de blanqueo de 1992 indic¨® que Espa?a era, desde el momento en que tomaron la decisi¨®n de salir de su pa¨ªs, su primer y definitivo punto de destino. Seg¨²n estos datos, s¨®lo uno de cada cinco emigrantes legales desea volver a su pa¨ªs de origen.
Los hechos han demostrado, adem¨¢s, que no hay forma de impedir la llegada de nuevas oleadas, porque "el cierre absoluto de fronteras resulta te¨®rica y pr¨¢cticamente inviable". Ello no significa, seg¨²n la Administraci¨®n, que una avalancha de extranjeros vaya a invadir Espa?a, que, de hecho, sigue siendo el pa¨ªs de la UE que cuenta con menor porcentaje de trabajadores extranjeros -un 1% en relaci¨®n con la poblaci¨®n total, frente al 8% de Alemania o el 9% de B¨¦lgica-.
El otro t¨®pico que alimenta los brotes de rechazo hacia los nuevos llegados, el miedo a que contribuyan a deteriorar las condiciones laborales y el aumento del paro, tampoco es realista. La inmigraci¨®n, dice el estudio, resulta incluso positiva para la productividad, puesto que, a pesar de las altas tasas de desempleo existentes en la actualidad, todo indica la persistencia de "nichos laborales que, por su precariedad, informalidad o naturaleza de la prestaci¨®n, ser¨¢n rechazados por los trabajadores nacionales y, en cambio, resultar¨¢n atrayentes para los inmigrantes".
Prevenci¨®n del racismo
Los estudios sociol¨®gicos han demostrado que Espa?a cuenta con los indicadores m¨¢s bajos de la Uni¨®n Europea en cuanto a racismo y xenofobia. Pero esta situaci¨®n, explica, no garantiza por s¨ª misma que Espa?a vaya a verse libre de los problemas que los movimientos migratorios han presentado en pa¨ªses de nuestro entorno".
Hay cambios que animan a una labor de prevenci¨®n. Hasta 1992, los residentes extranjeros en Espa?a proced¨ªan en un 50% de pa¨ªses europeos, especialmente del Reino Unido. Pero, con el proceso de regularizaci¨®n, los europeos han quedado reducidos a un 8% frente al espectacular aumento de los africanos, que de un 17% han pasado a ser, con los marroqu¨ªes a la cabeza, el contingente m¨¢s numeroso.
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